Por Gabriela Arreola

En repetidas ocasiones, este espacio informativo ha dado a conocer, reproduciendo las voces de las personas, las privaciones respecto a servicios de salud, que resultan ser insuficientes, lejanos e inefectivos en diversos puntos del territorio municipal, no sólo en las zonas rurales, pues incluso en la mancha urbana, los diversos hospitales, clínicas y centros de salud se encuentran rebasados en su capacidad.

Sin atención médica cercana y oportuna

En La Gloria, una comunidad que se localiza al este de Lagos de Moreno, a unos cuantos kilómetros de la presa de La Sauceda, no cuentan con una casa de salud, por lo que para ser atendidos con regularidad tienen que trasladarse hasta El Mezquital, o bien, si se trata de alguna enfermedad mayor o incluso de una emergencia, sus habitantes se ven obligados a desplazarse hasta la cabecera municipal.

Esto es lo que comparten algunos:

«Hasta El Mezquital o hasta el centro, hasta allá. Aquí no hay».

«(Tenemos que ir) hasta El Mezquital».

«Y luego deje de eso, si llegamos diez minutos atrás ya no nos atienden. Las enfermedades y todo, cuando están malas las personas se espera uno hasta la mañana porque en la noche tan peligroso que está con el agua, y luego si le sale alguien desconocido por ahí, pues no sabe uno».

«Aquí a un señor de arriba le picó una víbora y lo llevamos casi muriéndose, porque mientras de que lo bajan sea en burro o en caballo, en lo que sea, ya cuando llegan a Lagos están casi muriéndose».

Gran parte de la población en La Gloria son personas de edad avanzada, quienes padecen enfermedades crónico degenerativas y algunas afecciones de importancia mayor. Ellos tienen que acudir a chequeos constantes para controlar sus enfermedades y también tienen que adquirir medicinas a muy altos costos:

«Yo renca de mis rodillas, que no puedo caminar, mi esposo pues no ve. Yo ya tengo como unos veintitantos años con la diabetes, y nada más viera qué batallas. Tengo que ir a consultas cada dos meses, cada mes, y me resultan unas alergias muy fuertes y luego a veces que se desbaratan las camionetas y ándele que ya no llega uno a la hora y ya no lo atienden; tiene que estar uno 15 minutos allí antes, sino ya no lo atienden a uno. Puras pérdidas de tiempo».

«Pues a veces que me llevan a checar tienen que llevarme en la camioneta, y con mucha dificultad yo, porque no puedo caminar bien y batallamos mucho para ir, ya ves que está muy lejos Lagos».

La deplorable situación de las vialidades dificulta el traslado de las personas, sobre todo cuando el temporal de lluvias se hace presente y, además, el tránsito se vuelve imposible por los ríos y arroyos que se desbordan. Los habitantes se encuentran a merced de que ninguna emergencia se presente, pues resulta improbable que puedan trasladarse hasta los lugares donde puedan ser atendidos por personal médico.