La montaña rusa emocional de las familias de rehenes en Gaza
Una fotografía tomada desde Rafah muestra humo ondeando sobre los edificios durante el bombardeo israelí en Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, el 8 de diciembre de 2023, en medio de continuas batallas entre Israel y el grupo militante palestino Hamás. (Foto de MAHMUD HAMS / AFP)




París, Francia.

Yanit Ashkenazi se sintió "esperanzada" durante la tregua entre Israel y Hamás. Pero una semana después del fin del cese el fuego, sigue en una "montaña rusa emocional" por la falta de noticias de su hermana, retenida aún como rehén en Gaza.

La tregua entre Israel y el grupo islamista palestino tuvo lugar del 24 de noviembre al 1 de diciembre y permitió liberar a 105 de las cerca de 240 personas secuestrados por Hamás en su sangriento ataque del 7 de octubre.

Entre ellos no figuraba Doron Steinbrecher, una enfermera veterinaria de 30 años capturada en el kibutz de Kfar Aza. Desde entonces, su hermana Ashkenazi no tiene "ninguna información o prueba" de su estado de salud, según cuenta a AFP durante una visita en París.

La mujer, de 34 años, emprendió un viaje a Bruselas, París y Estrasburgo junto a otros tres familiares de rehenes. El objetivo es llamar la atención de medios e instituciones y presionar para que se libere a los rehenes que siguen en Gaza.

Ashkenazi cuenta que sufre una "montaña rusa emocional" y que desconoce si su hermana "está viva", "herida", o "si Hamás la violó".

"Debo ser fuerte, pero pienso en su estado [el de los rehenes] y eso afecta mi salud mental", admite.

Los combatientes de Hamás y otros grupos armados palestinos mataron a cerca de 1.200 personas en su ataque en Israel el 7 de octubre, según las autoridades israelíes.

El Estado hebreo bombardea desde entonces la Franja de Gaza y ha emprendido una invasión terrestre con el objetivo de "aniquilar" al grupo islamista, en el poder en ese territorio palestino desde 2007.

Desde el final de la "pausa humanitaria", el ejército israelí ha estrechado su cerco en el sur de Gaza, donde cientos de miles de civiles se refugiaron huyendo de los bombardeos en el norte.

Gira "diplomática" 

"Cuando vi que se había acabado la tregua, me pregunté cuándo iba a volver a ver a mi hermana en casa, y me hizo entender que iba a tener que luchar", señala.

"Tenemos esperanza porque sin esperanza no nos queda nada", añade Liran Berman, de 36 años, cuyos hermanos Ziv y Gali, de 26, fueron también secuestrados.

Berman jura que hará "todo lo necesario a nivel diplomático" para obtener su liberación.

Antes de París, la pequeña delegación viajó a Bruselas para "hablar con el Parlamento Europeo" y pedir a los diputados que "presionen a Catar, Egipto o Rusia o cualquiera que tenga un poder sobre Hamás".

  • La monarquía del Golfo jugó un importante papel en las negociaciones para llegar a una tregua, junto a Egipto y Estados Unidos.

El ejército israelí afirma haber destruido cerca de 500 entradas de túneles usados por Hamás, de un total de 800 que fueron descubiertos.

Los familiares de los rehenes rechazan comentar la ofensiva en curso en Gaza.

"Creo que Tsáhal [el ejército israelí] hace todo lo que puede para proteger a nuestros rehenes" y "no hará nada que pueda ponerlos en peligro", asegura Ashkenazi.

Yonatan Shimraz, de 33 años, se pregunta sin embargo por el acceso a la asistencia sanitaria.

Acompañado por Ido, su hermano menor, cuenta que algunos rehenes "necesitan medicamentos esenciales" y que su hermano menor Alon, de 26 años, "necesita lentes, no puede ver nada sin ellas y, por tanto, está ciego".

  • Tres días antes, la Cruz Roja "se acercó por primera vez en dos meses para pedirnos una cita", lamenta.

Los familiares de los rehenes y las autoridades israelíes han acusado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) de no hacer lo suficiente para reunirse con los que siguen retenidos en Gaza, o de no llevarles medicamentos.

Estas críticas son "un problema para el personal" del CICR y "pueden poner a los rehenes en peligro", reaccionó esta semana la presidente de la organización.