La menopausia sigue siendo un estigma mal abordado, poco comprendido y sobremedicalizado
EFE/Antonio Lacerda




Estados Unidos. 

La menopausia -el momento que marca el final de la vida fértil para la mitad de la población mundial- es diferente en cada mujer pero, a día de hoy, se sigue abordando como un problema de salud menor fácilmente subsanable con terapia hormonal.

Un especial de cuatro artículos publicados este martes en la revista The Lancet urge a abordar la menopausia con más información sobre los síntomas y los riesgos, con mejores tratamientos y más individualizados, y

con una atención clínica y social más "empática" que ayude a las mujeres a empoderarse más en esta etapa de su vida.

Martha Hickey, coautora de la serie e investigadora de la Universidad de Melbourne y del Royal Women's Hospital (Melbourne) explica que "la idea errónea de que la menopausia es siempre un problema médico que anuncia sistemáticamente un deterioro de la salud física y mental debe cuestionarse en la sociedad".

"Muchas mujeres viven vidas gratificantes durante y después de la menopausia, contribuyendo al trabajo, la vida familiar y la sociedad en general.

Cambiar la visión de la menopausia como parte de un envejecimiento saludable puede ayudar a las mujeres a superar esta etapa de la vida y reducir el miedo y la inquietud de quienes aún no la han experimentado", subraya.

Parte de un envejecimiento saludable

Antes de la menopausia, las mujeres pasan unos años de transición en los que pueden experimentar alteraciones en el ciclo, sofocos o sudores nocturnos. Este periodo empieza entre los 45 y los 55 años y dura unos siete años pero cada mujer tiene su propia casuística.

Por eso, las autoras abogan por un enfoque personalizado en el que cada mujer disponga de información precisa, coherente e imparcial que le permita tomar decisiones adecuadas y que puede incluir -o no- un tratamiento hormonal para contrarrestar los sofocos y sudores nocturnos (pueden ser desde leves hasta muy debilitantes).

Los artículos recuerdan que durante mucho tiempo la menopausia ha sido tabú y aunque ahora países como el Reino Unido, EE.UU. y Australia están propiciando un debate social más abierto, los medios de comunicación todavía se centran en las experiencias negativas extremas y

la describen como una experiencia desafortunada y angustiosa que solo puede resolverse con sustitución hormonal.

"Aunque algunas mujeres tienen experiencias muy negativas de la menopausia y se benefician de las terapias hormonales, la realidad es mucho más compleja y variada", asegura Lydia Brown, de la Universidad de Melbourne.

El especial de The Lancet también revisa estudios previos que analizan la relación entre la menopausia y la salud mental y concluye que no hay pruebas sólidas que respalden la creencia de que la menopausia eleva el riesgo de ansiedad, trastorno bipolar, psicosis o suicidio.

Tratamientos adecuados

  • En cuanto al tratamiento de la menopausia, los investigadores recuerdan que el 80 % de las mujeres sufre sofocos y/o sudores nocturnos, y más de un tercio (38 %) describe estos síntomas como moderados o graves a los 50 años.

El tratamiento más eficaz para estos síntomas es la terapia hormonal menopáusica (THM) o terapia hormonal sustitutiva (THS), que ayudan a mejorar el sueño y el estado de ánimo, y previenen las fracturas de huesos.

Sin embargo, advierten las autoras, no hay pruebas que demuestren el beneficio de la terapia hormonal para otros síntomas de la menopausia o del envejecimiento.

Además, recuerdan que también existen terapias cognito-conductuales para tratar los síntomas pero los intereses comerciales han influido mucho en la elección de las terapias médicas farmacológicas.