John Textor, el apóstol multifacético de la multipropiedad
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Los Ángeles, Estados Unidos.

El empresario estadounidense John Textor, propietario del club brasileño Botafogo despierta percepciones encontradas a lo largo de distintos continentes: desde el reconocimiento hasta la desconfianza y el resentimiento.

- En Brasil, el salvador -

A través de Eagle Football Holdings, de la que es accionista mayoritario, John Textor es propietario del Botafogo desde 2022. Y ha devuelto a este histórico club al primer plano con la conquista de su primera Copa Libertadores en 2024 que se suma al título del Brasileirao el mismo año.

"Mientras este hombre siga vivo, le estaré agradecido", dijo a la AFP Francisco Correia, un aficionado del Botafogo.

"Le pedí a Dios que apareciera un comprador para Botafogo, para que el club no desapareciera", agregó Correia, cuyo equipo sufría importantes problemas financieros antes de la llegada del estadounidense, que disfruta cada vez que se da un baño de multitudes entre los aficionados cariocas.

- En Europa, los aficionados enfadados -

En Lyon, donde el club francés ha sido profundamente transformado desde la llegada de Textor en 2022 —con la venta del estadio, el desprendimiento de la sección femenina y una reestructuración interna—, los Bad Gones, su grupo de aficionados más influyente, han hecho duras críticas tras otra temporada decepcionante.

El equipo finalizó sexto en la Ligue 1, volvió a quedarse fuera de la Liga de Campeones y afronta la amenaza de sanciones por parte de la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG) debido a su frágil situación financiera, que actúa como una auténtica espada de Damocles.

"Con los históricos despedidos, el imperio vendido, los valores pisoteados y la formación insultada, ¿qué queda del OL?", se preguntó el grupo más importante de ultras, denunciando las "1.000 promesas" de Textor.

  • En Molenbeek, el estadounidense  cambió recientemente el nombre del RWDM (Racing White Daring Molenbeek) por el de Daring Brussels y ha modificado el logotipo del histórico club de Bruselas.

"Nuestra identidad era, es y seguirá siendo para siempre el RWDM. Ante este desprecio flagrante, anunciamos la suspensión de nuestro grupo", declaró el principal grupo Brussels Power 2005.

Los aficionados del Crystal Palace, club del que Eagle Football posee un 45% de las acciones, expresaron críticas hacia Textor en 2024 por su inclinación a controlar participaciones mayoritarias en múltiples equipos.

El club londinense, reciente ganador de la Copa de Inglaterra, corre el riesgo de quedar excluido de la próxima edición de la Europa League debido a la participación del Olympique de Lyon, también propiedad de Eagle Football, en virtud del reglamento de la UEFA sobre la multipropiedad de clubes.

- Estados Unidos, terreno hostil -

Antes de volcarse en el mundo del fútbol, John Textor tuvo unos inicios agitados como inversor de capital de riesgo en Estados Unidos, donde su historial empresarial le ha granjeado numerosos detractores.

Tras un primer gran éxito en el emergente mundo de Internet en la década de 1990, el empresario oriundo de Florida acumuló varios reveses, entre ellos con la marca de snowboard Sims, la compañía de realidad virtual Jester y el sitio de comercio electrónico para productos infantiles Baby Universe.

La caída más notable de Textor fue la quiebra de Digital Domain, una empresa de efectos especiales reconocida, entre otros, por el innovador envejecimiento de Brad Pitt en "El curioso caso de Benjamin Button".

A pesar de haber recibido 135 millones de dólares en fondos públicos de Florida para establecer un estudio con 280 empleados —que cerró abruptamente—, y la creación de una escuela de cine que nunca llegó a funcionar, la compañía terminó en bancarrota.

Posteriormente, el estado de Florida demandó a Textor por presunto "fraude", acusándolo de ocultar las deudas de su empresa y de emplear métodos de presión ilegales.

Además, varios inversores denunciaron a Textor, quien había sacado la empresa a bolsa apenas diez meses antes de la quiebra, por manipulación de la cotización y por presentar cuentas fraudulentas que los indujeron a error.

Demandado por varios antiguos socios, Textor logró reinventarse en el sector de los hologramas, destacando con un espectáculo sobre Michael Jackson en 2014. No obstante, enfrentó una dura batalla legal por patentes con su rival Alki David, quien llegó a calificarlo de "sociópata".

  • "John es un gato, siempre cae de pie", se lamenta el creador de Digital Domain, Scott Ross, que lleva años luchando contra Textor, acusándolo, por ejemplo, en sus redes sociales de "ser un experto en corrupción".