Por Luz Atilano

COSAS DE LOS AÑOS

Cuando inmune al dolor y al desengaño

caminaba gentil, ágil y fuerte,

con la liviana carga de mis años,

firme la planta y con la frente erguida,

tenía mis temores por la muerte

y un amor infinito por la vida.

Hoy, que sin verme a diario en el espejo

conozco que me voy haciendo viejo;

que está mi frente triste y abatida

y me agobian los golpes de la suerte,

siento ya indiferencia por la vida

y un amor infinito por la muerte.

(Francisco Guerrero Ramírez)

Entre la literatura laguense, muy poco se conoce o se ha difundido a Francisco Guerrero Ramírez, poeta que dirigió la revista La Cotorra en 1903; y colaboró en revistas como La Patria de Rosas Moreno (dirigida por José Becerra y Ruperto J. Aldana); en todas las ediciones de Ocios Literarios y Alborada, todas editadas en Lagos de Moreno.

Y es que, aunque se desconocen incluso las fechas exactas de su nacimiento y de su muerte, gracias a la doctora Irma Guerra Márquez, docente e investigadora del Centro Universitario de los Lagos, se han recogido ya algunos aspectos sobre su vida y obra, principalmente con respecto a su participación en la Revolución Mexicana:

«Fue miembro del club antireeleccionista Máximo Serdán y participó en algunas actividades políticas locales. Fue nombrado presidente villista de Lagos para suplir al teniente coronel Ismael Hurtado, que dejó el cargo para unirse a las tropas, ocupó el cargo desde el 27 de febrero de 1915 hasta el 5 de abril del mismo año, o sea por muy poco tiempo, cuando presentó su renuncia al general Francisco Villa por la presión del jefe de armas en Lagos, el coronel Rodrigo Rangel.... Durante su breve gestión  se hizo cargo del embarcadero de ganado de Lagos dirigido a Aguascalientes y a Ciudad Juárez para la tropa villista y el pago del gobierno de Lagos; también enfrentó el problema de circulación  de diferentes billetes en Lagos», emitidos por los bando revolucionarios de entonces”, comparte Guerra Márquez.

De acuerdo con lo investigado por la doctora, gracias a algunos textos escritos por el conocido novelista Mariano Azuela, se puede deducir que Guerrero Ramírez murió en la Revolución, pues de éste Azuela señalaba: “selló con su propia vida su fidelidad a la causa”; además de que en la última edición de la revista Ocios Literarios, se puede leer lo siguiente: “pero nuestra musa se encuentra hoy partida, Francisco Guerreo Ramírez nos dio su eterna despedida”.

Poeta popular, orador exaltado del pueblo, amante de la declamación y además poeta bohemo, Guerreo Ramírez publicó en 1910 un extenso poema dramático narrativo, en formato de libro, titulado “La Crucifixión”. Quizá su obra más importante, aunque difícil de obtener. En él, comparte la investigadora, se presentan los episodios de la pasión y muerte de Jesús:

«Pues es un poema dramático narrativo, está divido en 29 partes y cada una con combinación versica diferente. Presenta los episodios de la pasión y muerte de Jesús, y a lo largo del poema el autor no expresó sentimientos personales, solamente algunas reflexiones metafísicas en voz de los personajes. En este poema, cuestiona la personificación de Dios en Cristo y mezcló libremente formas de poesía culta con otras de poesía popular, por ejemplo versos octosílabos con otro tipo de métrica. Y presentó en este poema una perspectiva diferente de esa historia, no todos los episodios del relato eran habituales dentro de la tradición católica».

Tres poemas de Francisco Guerrero Ramírez fueron incluidos en la Antología de Poetas Laguenses de José de Jesús Torres. Por otro lado, la doctora Guerra Márquez ha localizado un cuento titulado “Un día de muertos entre los muertos”, en el que juega con la idea del infierno y con las figuras de varios escritores laguenses (principalmente del grupo literario de 1903), a quienes resalta en forma de broma por sus aspectos y comportamientos. Rasgos de ironía que, comparte, aportan tan sólo un poco más a la figura de este poeta y escritor sobre el que aún resta mucho por investigar.