Spa-Francorchamps, Bélgica.

Descenso a los infiernos en Spa-Francorchamps. Antes de los Grandes Premios de Italia y de la Toscana, donde celebrará la carrera 1000 de su historia, Ferrari tocó fondo este sábado en la clasificación del GP de Bélgica.

Un año después de haber logrado en el mismo circuito las dos primeras plazas de la parrilla y la victoria en carrera de la mano de Charles Leclerc, el escenario es radicalmente diferente para Ferrari, que está realizando una decepcionante temporada: el monegasco marcó el 13º mejor tiempo y su compañero alemán Sebastian Vettel el 14º.

Fue la peor sesión de clasificación para la Scuderia desde el Gran Premio de Australia 2012 (Fernando Alonso 12º, Felipe Massa 16º), un malísimo augurio antes de desplazarse a Italia las dos próximas semanas, donde se correrá en Monza y Mugello.

En Monza, el domingo 6 de septiembre, se competirá a puerta cerrada, debido a la pandemia de coronavirus. Pero a continuación Mugello, circuito que pertenece a Ferrari, acogerá a 3 mil fanáticos, señaló el presidente de la región de la Toscana a la Gazzetta dello Sport.

Irónicamente, tras haber finalizado en los puestos 17º y 20º en los terceros ensayos libres este sábado en Bélgica y tras la mala actuación en la clasificación, Leclerc señaló que era "mejor" de lo esperado.

"Estoy contento con mi vuelta pero desafortunadamente no es agradable hacer una buena vuelta y ser 13º (...) Es nuestra vida en este momento y tenemos que trabajar duro", señaló la promesa de 22 años.

'Es duro'

"Es duro para todo el equipo y la gente que nos apoya está decepcionada, es comprensible. Hoy hemos intentado hacer lo mejor, el coche no da mucho más", añadió el monegasco.

Vettel, cuatro veces campeón mundial (2010-2013), comparte opinión: "No es donde queremos estar. Pero es una foto de donde estamos en este momento. Estamos más expuestos al aire en esta pista y no nos ayuda".

Los dos podios afortunados de Leclerc esta temporada no esconden los problemas de rendimiento que tiene la Scuderia desde los ensayos del invierno boreal, en febrero. ¿Cómo un equipo subcampeón mundial desde 2017 puede encontrarse de un golpe en la parte media del campeonato, quinto con 160 puntos menos que el líder Mercedes?

Difícil no encontrar un vínculo con el acuerdo secreto anunciado a finales de febrero con la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el regulador de la F1, tras una polémica sobre la legalidad del motor Ferrari.

¿Algo que hacer en los grandes premios que restan en 2020 y en el Mundial de 2021? No hay mucho margen: los desarrollos autorizados son muy limitados debido a la frágil economía tras la crisis de coronavirus.