Europa produce menos plástico ante la competencia de Asia y EEUU, advierte asociación sectorial
Noah SEELAM / AFP




París, Francia. 

Europa produjo menos plástico virgen en 2023, y también menos reciclado, mientras aumenta la importación de resinas más baratas de regiones con normas medioambientales menos estrictas, como Asia y Estados Unidos, una evolución que la asociación sectorial Plastics Europe calificó de "amenazante".

El año pasado, los 27 países de la UE, más Reino Unido, Noruega y Suiza, produjeron 54 millones de toneladas de plástico virgen (-8,3% respecto a 2022) y

7,1 millones de plástico reciclado (-7,8%), según estadísticas publicadas el lunes por esta organización,

que agrupa a un centenar de empresas que producen más del 90% de todos los polímeros de Europa.

"Estas cifras contrastan con la producción mundial de plástico, que por su parte aumentó un 3,4% el año pasado,

lo que pone de relieve que la cuota de Europa ha caído hasta sólo el 12% del mercado mundial, frente al 14% en 2022", subrayó la asociación.

  • Entre 2020 y 2023, las exportaciones de resinas plásticas europeas cayeron un 25,4%.

"Este cambio amenaza la viabilidad de la cadena de valor europea del plástico, que hoy emplea a más de 1,5 millones de personas en 51.700 empresas y ha generado más de 365.000 millones de euros de facturación en la UE en 2023", añade Plastics Europe.

La entidad atribuye este retroceso al "aumento de las importaciones" de resinas procedentes "de regiones donde las normas medioambientales son menos estrictas", como Asia o de países donde la energía es mucho más barata, como Estados Unidos.

Sin embargo, Europa sigue siendo la región del mundo donde la proporción de plásticos reciclados o de origen biológico es la más alta, con un 14,8% del total, un aumento de 0,7% respecto a 2022.

A pocos días de la apertura de las negociaciones de la ONU en la ciudad surcoreana de Busán, en busca de un tratado internacional sobre la eliminación de la contaminación plástica, Plastics Europe cree que precisamente

"la erosión de la competitividad europea amenaza la transición de nuestra industria hacia la circularidad".