Por Luz Atilano
Desde hace aproximadamente dos años comenzaron a ofrecer sus servicios dos salones de fiestas bajo el nombre de “San José” en la colonia Potrero de Fray Ramón. Lo que ha devenido en constantes molestias para los vecinos que habitan los domicilios más próximos, quienes señalan la realización de fiestas hasta altas horas de la noche y decibeles irregulares en el volumen de su música de ambientación; lo que les impiden dormir y descansar debidamente, y que además se han reflejado en el deterioro de sus construcciones debido a las vibración sonora:
“La situación es muy molesta para nosotros, para las familias que vivimos aquí, porque la fiesta que ellos realizan llevan muchas horas, hay ocasiones que terminan a las dos de la mañana y el ruido sigue, el ruido sigue… porque no sé si se la gente que se encarga de recoger en el casino. Sigue hasta las seis de la mañana. Yo laboro en una empresa en la cual entro yo a las seis de la mañana, entonces no me puedo dormir temprano porque el ruido está muy fuerte y eso no me deja dormir, no logra uno descansar lo que se debe”.
“Estamos hartos de que no hay un reglamento, para empezar quisiéramos que el Ayuntamiento, Padrón y Licencias, nos dijera en base a qué autorizaron la instalación de un casino en una zona residencial. Eso está fuera de la ley, está fuera el del reglamento de Padrón y Licencias. Y sin embargo, tenemos bien claro que tienen amistades los dueños con el actual presidente municipal con licencia y pues no hay un tope, cada fin de semana o entre semana cuando lo rentan las fiestas llegan a las 2, a las 3, a las 4, a las 5 de la mañana y no hay quien les diga que es hasta cierta hora”.
“En el día no hay tanto problema, pero en la noche nunca respetan el horario. Hay veces que pasa de las doce de la noche, yo tengo niños chiquitos y se escucha mucho el ruido, no dejan dormir, retumban mucho los vidrios. No estamos en contra del casino, que lo tengan, pero que les regulen un horario de término que no sea tan noche y que regulen el nivel del sonido”.
En cumplimiento de su deber como ciudadanos, emitieron su queja mediante un oficio fechado y entregado a las direcciones de Inspección y Vigilancia, Padrón y Licencias y Ecología el pasado 23 de febrero, solicitando:
- La verificación de la existencia de licencia comercial del inmueble y de su vigencia, así como su cumplimiento de las normas establecidas para dicho giro comercial;
- Se estableciera un límite al horario del servicio y que éste sea vigilado; y
- Se regularan los límites permisibles de emisiones de ruido de acuerdo con la última actualización de la norma NOM-081 SEMARNAT para zonas residenciales.
No obstante, pasados poco más de dos meses la respuesta e intervención de las autoridades correspondientes han sido nulas, pues pese a que en su momento se les aseguró dar cumplimiento a dichas peticiones, la situación señalada por los vecinos continúa hasta la fecha:
“Por ellos me enteré que este casino no tiene permiso y así ha estado trabajando ya dos años, ahí mismo me dijeron, la señorita que está en la oficina de Inspección y Vigilancia… que ella había hablado con el director y que había como un ultimátum, que el dueño del casino ya no debía poner fiestas ni usarlo… y el fin de semana hubo evento, como que se burlan de uno y jamás tuvimos respuesta de ninguna de las direcciones. Tenemos nuestro oficio los vecinos sin ninguna respuesta hasta el momento y el casino sigue trabajando”.
Lo que, opinan, ya no sólo significa una afectación directa a sus domicilios y un atentado a su derecho a un ambiente sano y al descanso, sino también totales desatención e intervención por parte de la autoridad municipal. Misma que reclaman y con la que, sin afán de afectar al propietario, solicitan una correcta regulación del inmueble.