El peligroso juego de equilibrismo de Egipto a las puertas de Gaza
Desde el inicio de la guerra en Gaza hace cinco meses, Egipto trata de mantener su solidaridad con los palestinos sin comprometer sus relaciones con Israel, que amenaza con invadir Rafah. Jalaa MAREY / AFP




El Cairo, Egipto.

Rafah es teóricamente el único paso terrestre de la Franja de Gaza que no se halla bajo control israelí.

Pero en realidad Israel supervisa un derecho de control sobre las entradas y salidas del territorio, por donde entran también, a cuentagotas, la ayuda humanitaria y los víveres para una población amenazada de "hambruna", según la ONU.

Muchas voces reclaman regularmente a Egipto que abra su frontera a los palestinos asediados por el ejército israelí e Israel acusa a El Cairo de poner poco empeño en auxiliar a los casi 2,4 millones de gazatíes confrontados a todo tipo de privaciones.

"¡Mentira!", replica el portavoz del gobierno egipcio, Diaa Rachwan, que denuncia una "obstrucción deliberada" de la ayuda por parte de Israel.

Según la ONU, desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, solo ingresaron en la Franja de Gaza unos 14.000 camiones, un ritmo cinco veces menos al de antes del conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás, en el poder en territorio palestino.

"En el terreno, Egipcio obedece a Israel. A veces trata de negociar, pero acaba acatando las condiciones impuestas por los israelíes", con inspecciones meticulosas de los convoyes de ayuda, que retrasan el arribo, afirma la investigadora Dima Alsajdeya, del Collège de France.

Y por lo menos en cinco ocasiones los envíos se vieron interrumpidos por bombardeos aéreos o disparos de artillería israelíes.

Egipto, implicado en todas las negociaciones de tregua a cambio de la liberación de rehenes retenidos en Gaza contra prisioneros palestinos, sólo se expresa claramente sobre el tema de la ayuda humanitaria.

Desde que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó el 8 de febrero a su ejército que iniciara los preparativos de una ofensiva sobre Rafah, los egipcios temen el escenario catastrófico de un "desplazamiento forzado" de los palestinos hacia el Sinaí.

Dispuestos a "cualquier escenario", los funcionarios egipcios se niegan a comentar las posibles consecuencias de una ofensiva sobre Rafah, presentada por Israel como el golpe de gracia contra el Hamás en respuesta al sangriento ataque del movimiento islamista el 7 de octubre en territorio israelí.

Un recinto cerrado 

Casi un millón y medio de palestinos hacinados en Rafah temen lo peor, pero "si los palestinos son deportados al Sinaí, podrían dispersarse en el territorio y Egipto prefiere contenerlos en una zona previamente planificada", subraya Alsajdeya.

Las imágenes satelitales parecen confirmarlo. Funcionarios y expertos mencionan "un recinto cerrado de 13 kilómetros cuadrados" para albergar a "más de 100.000 personas", según el Wall Street Journal.

Los funcionarios egipcios desmienten formalmente, pero dos empresarios locales confirmaron a la ONG Fundación de Derechos Humanos del Sinaí haber obtenido contratos para construir una zona cerrada "rodeada de muros de siete metros de altura".

Israel niega oficialmente toda "intención de evacuar a los civiles palestinos a Egipto", aunque varios de sus responsables piden abiertamente un desplazamiento de la población de Gaza.

Los países árabes están en contra de la idea de crear nuevos refugiados palestinos porque los que salieron en 1948, cuando se creó el Estado de Israel, siguen intentando hacer reconocer su "derecho al retorno".

Egipto, único país árabe fronterizo de Gaza, teme un desbordamiento en su suelo del Hamás, cercano al temido grupo de los Hermanos Musulmanes.

Israel y Egipto firmaron un tratado de paz en 1979 y, "por cuestiones de coordinación militar y de seguridad, ni los egipcios ni los israelíes quieren una suspensión", subraya Alsajdeya.

"Respetamos y valoramos nuestro acuerdo de paz con Egipto, piedra angular de la estabilidad en la región y socio importante", aseguró recientemente el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant.

"Este tratado de paz sobrevivió" a todos los sobresaltos del conflicto israelo-palestino, añade Alsajdeya, y desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, Egipto nunca convocó a la embajadora israelí en El Cairo ni cuestionó los vínculos diplomáticos.

Incluso cuando Egipto acusó a Israel de tratar de "legitimar su intento de ocupar el paso de Filadelfia", carretera que bordea su frontera con Gaza, se contentó con un comunicado escrito.

Mientras miles de toneladas de ayuda se amontonan en el aeropuerto egipcio de Al Arich, la comunidad internacional cuenta ahora con un "corredor humanitario marítimo entre Chipre y Gaza".

  • También en este caso se establecerá un "control de seguridad que se ajuste a las normas israelíes", lo que hace temer nuevos períodos de espera para los gazatíes.