El Análisis | Lo que mal comienza, mal termina
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Ocotlán, Jalisco

Hace apenas dos años advertíamos al entonces candidato Enrique Alfaro Ramírez sobre la gravedad de su propuesta de eliminar el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) y crear, en su lugar, la Secretaría de Inclusión Sustantiva. Desde entonces diversas organizaciones de la sociedad civil, activistas, defensoras y académicas emprendimos acciones por la defensa del Mecanismo para el Adelanto de las Mujeres.

A pesar de la exigencia de la sociedad civil, el 2 de octubre de 2018 el ya gobernador electo presentó la creación de una Secretaría de Inclusión Sustantiva y el 29 de enero de 2019 ─en una sesión poco transparente y al estilo de las más viejas prácticas del “madruguete” legislativo─, sin diálogo y con ejercicio de violencia en contra de activistas, el Congreso de Jalisco aprobó la iniciativa que eliminó el IJM, configurando en su lugar la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres de Jalisco (SISEMH).

Fue entonces un mal comienzo de la Secretaría ( y de su titular, Fela Pelayo), que a un año y cuatro meses de su creación ha mostrado deficiencias y ausencia en la dirección de políticas públicas que garanticen los derechos humanos de las mujeres en Jalisco.

Este martes 14 de Julio, aniversario por cierto de la Revolución francesa, diversos colectivos feministas solicitaron públicamente la renuncia inmediata “por congruencia y dignidad de Fela Patricia Pelayo López, quien dirigía la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres en Jalisco, por actos reprobables a su investidura, como: falta de idoneidad, nulos resultados y falta de probidad al asumir el cargo sin tener el grado universitario de licenciatura que por ley se necesita para el mismo. Además de las faltas, omisiones y delitos que se pudieran configurar por este hecho revestido de un acto de corrupción y de falta a la ley”.

Sin duda, quien mal comienza, mal acaba. Ese mismo día Fela Pelayo presentó su renuncia, lo que se agradece y se reconoce, ya que todo funcionario y funcionaria pública deben tener un mínimo de dignidad al asumir el cargo, pero también probidad y cumplir con lo que la ley les manda.

Más allá de los títulos y requisitos legales, en el tema de Fela Pelayo se encuentra también la evaluación de lo que realmente hizo en la SISEMH. Las dudas fueron permanentes desde que asumió el cargo tras desaparecer el IJM.

Los colectivos feministas señalaron una serie de omisiones, faltas e irregularidades que tienen sumida a la Secretaría en la falta de cumplimiento con la agenda de la igualdad y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Habrá que esperar ahora que sí se comiencen bien los procesos, por ejemplo, dejando el gobierno de cuates y cuotas y comenzar a construir democráticamente los espacios de la administración pública a través de convocatorias abiertas y transparentes que permitan la llegada a esos importantes cargos a los perfiles más aptos, idóneos y comprometidos.

Esa, sin duda, es una deuda pendiente en Jalisco.

Por Guadalupe Ramos Ponce