Nueva York, Estados Unidos.
Un vuelo de Southwest que se dirigía de Chicago a Newark con 76 pasajeros a bordo debió aterrizar antes de llegar a destino tras la ruptura de una ventana, dos semanas tras el estallido de una ventanilla en otro vuelo que provocó la muerte de una pasajera.
"No fue un aterrizaje de emergencia, fue un desvío", dijo una portavoz de Southwest a la AFP.
El Boeing 737-700 aterrizó en Cleveland, Ohio, y no en Newark, Nueva Jersey, porque la tripulación del vuelo 957 "tomó la decisión de desviar el avión (...) para una revisión de mantenimiento de una de las múltiples capas del vidrio de una ventana", precisó la aerolínea en un comunicado.
El vuelo "mantuvo la presurización" debido a que hay varios cristales en cada ventana, precisó la compañía.
Fotos publicadas en las redes sociales muestran una ventana del avión con grandes rajaduras.
El vuelo 957 partió del aeropuerto internacional Chicago Midway a las 08h53 am (13h53 GMT) y aterrizó en Cleveland a las 10h46, según el sitio especializado FlightAware.
Southwest aseguró que aterrizó sin problemas y que los pasajeros están siendo trasladados a otra aeronave para seguir camino a Newark.
"El avión ha sido retirado de servicio" para ser inspeccionado, indicó la aerolínea.
El 17 de abril, otro Boeing 737-700 de Southwest con 149 personas a bordo se dirigía de Nueva York a Dallas cuando una parte del motor izquierdo se despegó, hizo estallar una ventana e hirió de muerte a una pasajera, una madre y gerenta de un banco de 43 años, que fue succionada parcialmente hacia afuera.
Otros dos pasajeros lograran atraparla, pero la mujer murió luego en el hospital a raíz de sus heridas.
El presidente Donald Trump recibió el martes a la tripulación y a pasajeros en la Casa Blanca, donde alabó "el increíble trabajo" de la capitana Jo Shults que logró aterrizar el avión en Filadelfia y salvar así al resto de los pasajeros y la tripulación.
Los primeros elementos de la investigación mostraron que una lámina del ventilador del motor se despegó, arrastrando consigo parte del fuselaje, y sus esquirlas habrían hecho estallar la ventana del asiento donde viajaba la víctima.
El regulador aéreo estadounidense, FAA, exigió inspecciones urgentes de algunos motores de la familia CFM56 tras el accidente.