Pese a degradación ambiental en Juanacatlán, triplica su población en 10 años
Fotografía: Violeta Meléndez / Archivo




Guadalajara, Jalisco.

A pesar de la degradación ambiental transportada en el río Santiago y la cascada que dispersa los contaminantes a la atmósfera, el municipio de Juanacatlán es uno de los que más ha crecido en habitantes en Jalisco, pues triplicó su población durante los últimos 10 años.

Así lo reveló el más reciente censo del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, cuyo coordinador en Jalisco, Odilón Cortés Linares, presentó un resumen de resultados en una reunión virtual con diputados locales y funcionarios como el titular del IMEPLAN, Mario Silva, quien atribuyó esta redensificación de municipios periféricos a la descoordinación regional en la entrega de autorizaciones para vivienda.

Además, mencionó que de los municipios con crecimiento poblacional más desproporcionado, cuatro forman parte del Área Metropolitana de Guadalajara: Juanacatlán, Tlajomulco, El Salto e Ixtlahuacán de los Membrillos.

"Estos municipios han vivido en su territorio las consecuencias de esta política de vivienda extrarradio que fue impulsada en los periodos 2002-2008 de este nuevo siglo y que evidentemente muchas de esas licencias de construcción, sin la existencia de mecanismos de coordinación y planeación metropolitana, pese a que ya estaban establecidos algunos criterios par ala integración de áreas metropolitanas, son consistentes con los datos que podemos ver en el caso del censo". 

Además de vivienda a bajo costo que han ofrecido los municipios antes mencionados y que les han hecho subir desde 65 hasta 130 % su población, en el caso de Juanacatlán y El Salto también se han instalado industrias y maquiladoras trasnacionales que ofrecen empleo poco calificado y con bajos salarios cerca de los fraccionamientos.

Sin embargo, la mala calidad ambiental de dichos territorios por su vecindad con el río Santiago, el cual es contaminado en gran medida por las industrias que se han instalado aceleradamente desde finales del siglo pasado, degradan también la salud de la población.

Tan solo la exposición al agua deficientemente potabilizada que reciben en sus casas y la que respiran mediante pequeñas partículas que se desprenden de la cascada han sido suficientes para que estudios revelen altos niveles de plomo, arsénico, cadmio, mercurio y benceno en sangre de al menos 330 niños que se desarrollan entorno al cauce, y que a pesar de saber dicha información, fue ocultada por el Gobierno de Jalisco durante los últimos 10 años, mismos en que se disparó la población de Juanacatlán.