Guadalajara, Jalisco.

Durante el aislamiento social las noches se hicieron largas. El colchón no alcanza para darle vueltas, mientras se analizan todas las variables posibles del futuro con la pandemia. No basta con contar borreguitos y se ingresa a las redes sociales para tratar de conciliar el sueño sin lograrlo.

La alteración del sueño es natural en circunstancias como la actual contingencia, advirtió la académica de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Norma Ruvalcaba.

"En el marco de la pandemia estamos diciendo que es importante tener las rutinas, por ejemplo levantarse a una hora parecida cuando se levantaban las personas cuando iban a trabajar o estudiar, asearse, previamente hacer ejercicio, pero no mantenerse en pijama todo el día porque eso también va a complicar nuestra diferenciación de los horarios de cuando es de día o de noche, no estar todo el tiempo en la cama, dejarla exclusivamente para dormir y dejarla sin otro tipo de aparatos que estén alterando el sueño", comentó Norma Ruvalcaba.

Para mejorar la higiene del sueño, la Jefa del Departamento de Psicología Aplicada del Centro Universitario de Ciencias de la Salud y miembro de la Sala de Situación de Salud recomienda además no tener una sobroexposición a los medios de comunicación y elegir solo uno como fuente de información confiable.

No tomar bebidas estimulantes como café, té o alcohol y evitar los alimentos pesados a partir de la tarde a fin de que la falta de sueño no desencadene otras alteraciones.

"En las repercusiones que se pudieran tener a nivel laboral, por supuesto que también es esta falta de concentración, de estar poniendo atención a los detalles, anímicamente viene una alternación, cuando no dormimos bien nos volvemos más irascibles, más irritables, eso puede de alguna manera tensionar también en otras áreas relacionables", mencionó la académica de la UdeG.

La especialista aclara que tampoco es aconsejable hacer ejercicio antes de dormir porque se lograría lo contrario: energizar el cuerpo. Lo que aconseja es leer, dibujar, escuchar música tranquila, meditación o yoga para relajarse y alcanzar una mejor calidad del sueño.