Guadalajara, Jalisco.

Para que exista eficacia en la educación a distancia, es necesario que exista una comunicación directa entre los maestros y las educadoras, con los padres de familia. En especial, cuando se trata de alumnos de preescolar y primaria, advirtió Teréshkova Juárez Ayard, licenciada en pedagogía y educadora del Jardín de Niños “México”, turno matutino, en la colonia Echeverría.

La maestra Teréshkova Juárez, señaló que el ciclo escolar anterior la comunicación con sus alumnos del preescolar, se dio por medio de un grupo de whatsApp, donde las madres de los pequeños y ella mantenían el vínculo para que los niños realizaran las actividades escolares en casa.

Ahora, con el nuevo ciclo escolar que arranca el 24 de agosto, esa relación entre padres y los maestros, será fundamental para que haya resultados positivos en la educación a distancia obligada por la pandemia.

“Fue por medio de grupos de wattsapp con las madres de familia, trabajar de manera coordinada con nuestro equipo de docentes: con el directivo y con la supervisión, para diseñar las estrategias pedagógicas y explicarle a los papás como se tenía que trabajar. Tenemos la fortuna de que en este centro escolar vamos de la mano con los padres de familia. Siempre ha sido importante, desde mi práctica pedagógica, tener ese vínculo desde siempre, aún a pesar de las reformas estructurales que nos prohibían y quisieron que existiera ese divorcio con los padres de familia y con los docentes”, señaló.

Lo que la pandemia sacó a relucir son las diferencias existentes entre las escuelas públicas situadas en zonas marginadas y rurales, respecto de escuelas urbanas.

Del total de planteles, 46 mil 515 escuelas no tienen agua potable, lo que equivale a 23% del total.

La maestra Juárez Ayard dijo que esta es la herencia que dejaron los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN: una infraestructura educativa abandonada.

"Aún en México, en el siglo XXI, hay escuelas que todavía están en situaciones deplorables, pero quieren reclamarle a nuestro presidente que él solucione con varita mágica en un año y medio, cuando se trata de carencias de décadas”, explicó.

Los maestros y educadoras esperan que las condiciones físicas de las escuelas públicas mejoren, con el programa “La Escuela es Nuestra”, que hará obras en centros escolares de zonas indígenas, rurales y de alta marginación.