Carlos Gómez Mata: de la curiosidad al archivo, en busca de la verdad




Por Paúl Martínez Facio

Carlos Gómez Mata, periodista y cronista colegiado de Lagos de Moreno, desde el 2001. De su afición al periodismo, relata que le vino por la curiosidad. Recuerda su experiencia durante las celebraciones del IV Centenario de la fundación de Lagos de Moreno, cuando le tocó presenciar la visita del entonces presidente de la república, Adolfo López Mateos, a quien rodeado de guardias, presenciaba don Carlos con curiosidad, por saber, ¿qué era lo que hacía y quiénes eran todos aquellos que lo acompañaban? Más tarde, esa necesidad de estar enterado de lo que acontecía a su alrededor, lo llevaría a trabajar para el diario de Guadalajara Ocho Columnas. Sin embargo, preguntas cuyas respuestas no encontraba en la inmediatez, siguieron rondando su cabeza:

«Entonces yo me hacía muchas preguntas, me decía ¿Cómo sería Lagos antes? Esto en lo que estoy ¿Cómo estaría antes?, ¿Cómo sería la gente?, ¿Qué caras tendría?, ¿Cómo vestiría?, etcétera. Yo me remontaba en la imaginación, a mucho tiempo atrás, lo más que pudiera, para imaginarme qué compraba la gente, qué vestía, de qué manera se divertía, y todas esas cosas que luego se van relacionando, a veces con la vocación, que finalmente más tarde uno se encuentra ahí metido en ello».

Ya como periodista, su trabajo se encaminó a la investigación histórica, las entregas que semanalmente enviaba a Guadalajara, eran en su mayoría, de este estilo. Situación que a menudo lo llevó a cuestionarse a sí mismo, esta necesidad de encontrar en la historia, cierto extracto de la verdad.

«Yo a veces sí me ponía a reflexionar un poco, por qué esta especie de manía, a pesar de todas las cosas, los obstáculos, estar uno siempre deseoso de meterse a los archivos, a curiosear por ahí, a veces hasta casi saltar de gusto cuando te encuentras algo que es extraordinario para uno».

Para el maestro, ese hilo conductor, esa necesidad de encontrar un sentido lógico a las explicaciones que a su entorno se le daban, y que a menudo contradecían sus propias observaciones, lo llevó buscar, en los archivos, los documentos que dieran sentido a lo que su vista le mostraba y que en su mente se configuraba ya en hipótesis. Este proceso, luego de no pocas dificultades, derivó en la que debe ser obra más reconocida. Esto es lo que comparte el cronista:

«Esa curiosidad ¿a qué me llevaba?, todas esas reflexiones que me hacía precisamente si me llevaron a un punto. ¿Por qué, al conocer yo a la gente de carne y hueso, al mirar su rostro, su fenotipo, no concordaba con la historia, las monografías que se habían escrito tanto, que Lagos había sido, y Los Altos de Jalisco habían sido un “Lunar de leche”?, en referencia a que no había habido mestizaje, y precisamente de ahí nace Lagos Indio».

Muestra clara de lo que para el maestro Carlos Gómez Mata, representa la historia. Sobre la importancia de la misma en una sociedad…

«A veces pareciera que, como dicen los detractores, que la historia no sirve para nada, que la humanidad, la sociedad sigue haciendo su tarugada y media, pero más bien yo considero que es precisamente la falta de una educación de tipo investigativa, de buscar la verdad, si hubiera una educación que nos enseñara a investigar las cosas, una sociedad no es fácilmente susceptible a ser engañada», comparte el cronista.

Añade, ha sido también testigo de sucesos históricos para Lagos de Moreno, recuerda particularmente el conflicto entre el Partido Demócrata Mexicano y el Partido Revolucionario Institucional en el año de 1986, del cual fue participe directo.