Carlos Aguiar toma cargo como arzobispo




Ciudad de México, México.

El cardenal Carlos Aguiar Retes asumió hoy el liderazgo de la Iglesia católica mexicana, mermada por una constante sangría de fieles y el desprestigio de la jerarquía clerical derivado del encubrimiento de casos de pederastia.

El papa Francisco designó a Aguiar como nuevo arzobispo primado de México después de aceptar la renuncia de Norberto Rivera Carrera, quien había sido líder de la Iglesia católica mexicana desde 1995 y que el 6 de junio de 2017 cumplió 75 años, edad de jubilación para los obispos.

Rivera ha enfrentado señalamientos por presunta complicidad en casos de pederastia que han salpicado a algunos religiosos como Nicolás Aguilar, acusado de abusar sexualmente de más de un centenar de menores.

Rivera fue acusado de brindar protección a este sacerdote cuando aquel era obispo de Tehuacán, en Puebla, pero la demanda fue declarada improcedente.

El 2 de junio de 2017, el ex sacerdote Alberto Athié presentó una denuncia contra Rivera por el presunto encubrimiento de curas pederastas.

Athié señaló que Rivera reconoció públicamente en 2016 que había atendido casos de sacerdotes que cometieron actos de pederastia, pero notificó de ello al Vaticano en vez de a las autoridades mexicanas.

"Aquí tenemos que hacer la investigación, (que) se manda a la (Congregación de) la Doctrina de la Fe, en Roma, y el Santo Padre es quien ha tomado las decisiones en estos casos tan dolorosos, porque sí han sucedido aquí en México", dijo el cardenal, citado en la denuncia.

Este lunes, Norberto Rivera recibió a Aguiar en el altar mayor de la Catedral Metropolitana en Ciudad de México para entregarle el mando de la principal arquidiócesis del país.

El arzobispo saliente pronunció un discurso en el que dijo que deja el puesto "con la satisfacción del siervo que ha dado lo mejor de sí".

En la ceremonia, a la que acudieron personalidades políticas además de religiosas, Aguiar hizo la profesión católica de fe, prestó juramento como nuevo arzobispo primado y pronunció un mensaje en que expresó su compromiso de actuar por la resolución de los problemas que aquejan al país.

Manifestó su respeto al derecho a la libertad religiosa, que "implica la posibilidad de interactuar como iglesias o como creyentes con todas las instituciones oficiales y privadas para buscar el bien de nuestra sociedad".

"La convicción religiosa, o de fe, motiva y orienta la conducta personal del ciudadano, que lo lleva a organizarse con otros para un bien social. Y la Constitución establece el marco legal indispensable para la conducta social", manifestó.

Declaró que los problemas y conflictos de la sociedad han crecido y que "el factor de la globalización los ha vuelto más complejos".

Sin embargo, añadió, "la voluntad y la disposición de generar los proyectos para superarlos harán viables los caminos de reconciliación que tanto necesitamos en nuestra patria y de justicia para todos, que nos conduzcan a la anhelada equidad social y tengan como fruto la paz y la seguridad".

De acuerdo con el prelado, ello facilitará "crear un marco de libertad que permita desarrollar las habilidades y capacidades de los ciudadanos y así lograr vida digna para todos".

Nacido el 9 de enero de 1950 en Tepic, estado occidental de Nayarit, en el seno de una familia muy devota, Aguiar ha sido toda la vida una figura activa dentro de la Iglesia católica.

En 2009 fue nombrado arzobispo de Tlalnepantla, en el central Estado de México, puesto que ahora deja para hacerse cargo de la principal arquidiócesis de un país en que la proporción de quienes se dicen católicos ha ido en descenso en las últimas cuatro décadas.

De acuerdo con el censo de 2010, un 82,9 % de la población se declaraba católica, es decir más de 93 millones de personas, en comparación con el 88 % registrado al cambio de siglo.

Al mismo tiempo ha ido creciendo la proporción de quienes profesan otras religiones (11,06 % en 2010) y de los que no tienen ninguna (4,6 %).

La toma de posesión del nuevo arzobispo primado se vio ensombrecida por el asesinato de dos sacerdotes este mismo lunes en el estado sureño de Guerrero, uno de los más violentos del país.

La diócesis de Chilpancingo, Guerrero, informó en un comunicado que los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñiz García "fallecieron esta madrugada luego de haber sido atacados en el Libramiento a Taxco".

"En este hecho tan doloroso tres personas más resultaron heridas", indicó el texto, al tiempo que pidió a las autoridades que esclarezcan el crimen y que "una vez conocida la verdad, se actúe en justicia".