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Por Paúl Martínez Facio
Hacia el norte del municipio, en los límites entre Aguascalientes y Jalisco, se ubica la delegación de Betulia. La comunidad estuvo bajo la jurisdicción del Mayorazgo de Ciénega de Mata, pues el territorio perteneció a la Hacienda de Ledezma, misma que tenía vínculo con el Mayorazgo. Explica el cronista de la ciudad Ezequiel Hernández Lugo:
«Betulia es una parte de la Hacienda de Ledezma, y esta a su vez del Mayorazgo de Ciénega de Mata, sus tierras produjeron durante muchos años grandes caudales al vínculo Rincón Gallardo, cuando don José María deshace el mayorazgo y hace la repartición de las haciendas a sus hijos, fue adjudicada a don José Rincón Gallardo, (posteriormente) se convirtió en Delegación municipal, y Ledezma, está la casa grande y el caserío ahí, pero ya quedó aparte, con menor importancia, pero de ahí se desprende».
Ledezma fue una de las haciendas que mejor estaba equipada, y por ende de las que mayor producción proporcionara al mayorazgo; sin embargo, una vez que el mayorazgo fue desmembrado, el entonces dueño José Rincón Gallardo descuidó de manera considerable la administración de la misma, lo que incluso llevó a que en varias ocasiones ésta fuera hipotecada y posteriormente fraccionada.
«Esta hacienda era de las mejor equipadas y más productivas, pero don José la descuidó, varias veces la tuvo que hipotecar, en 1874 vendió San Juan Sin Agua, una parte de la Hacienda de Ledezma, en 1883 la fraccionó conservando el casco y las mejores tierras, don Pedro Romo, apoderado de José Rincón Gallardo, adquirió 1355 hectáreas en el punto conocido como Betulia», narra Hernández Lugo.
Más tarde, y a consecuencia de las reformas agrarias, vecinos de la comunidad iniciaron el papeleo para solicitar la adjudicación de tierras. Una primera solicitud se entabló el 11 de agosto de 1936, misma que fue declarada improcedente. Más tarde, para 1937, se inició un nuevo proceso del que se desprende la conformación del actual Betulia:
«En julio de 1937 solicitan nuevamente dotación de ejidos, llevándose a cabo la primera diligencia censal el 10 de julio de 1940, resultando 327 habitantes, siguieron los papeleos hasta que se determinan las tierras afectables, las tierras fueron distribuidas en treinta parcelas de dos hectáreas cada una, la parcela escolar, dejando diez hectáreas para zona urbana del mismo, ahí es donde empiezan a fincar el Betulia que conocemos», añade.
Betulia, ese Betulia que conocemos fue por mucho tiempo reconocido por la calidad de los chiles que en esta comunidad se producían, don Porfirio De Lira Vela, recuerda, que en su juventud, cuando llegó de Ojuelos a trabajar y para posteriormente avecindarse en la comunidad, los compradores venían atraídos por la calidad de sus productos, nos comparte:
«Reconocido hasta en otros países, venían españoles a comprar la mercancía aquí. En aquellos años se sembraba el pasilla, anchos, mirasol. En aquellos años se secaban en paseras, al sol, ahora no, ahora en deshidratadora, hasta aquí venían los compradores, le digo que venían españoles de allá de México».
Plaza de Betulia
Aunque actualmente la producción chilera de Betulia ya no es lo que antes fue, algo que no ha cambiado es la calidad de su gente: amable, compartida, y trabajadora, comparten aquellos nacidos en la comunidad…
«Aquí es un pueblo trabajador, es muy comerciante este rancho. Hace sesenta años tomábamos agua de los vallados, aquí era un vallado, allá estaba un tajo que nos daba un agua muy buena, pero nomás, y un señor cura nos hizo el primer pozo. Este ha sido un ranchito pujante, aquí estábamos impuestos a que nadie nos diera nada, más que todo mundo a trabajar y a ver de a cómo nos tocaba, pero le topábamos».
Y reafirman quienes llegaron para quedarse:
«La referencia que tengo yo es que la gente es bien gente. O sea, yo cuando caí aquí, la gente bien amable, nos prestó servicios y para mí, eso fue lo que me gustó. La tradición de Betulia, es lo que me gustó, de que es bien compartida, eso es lo bonito de Betulia».
Conserva también, una consolidada tradición comerciante, que actualmente coloca a esta comunidad como uno punto de referencia para toda la zona norte del municipio:
«A nivel negocio, aquí a Betulia viene gente desde Matancillas, que está a 5 kilómetros de Ojuelos, a comprar el mandado eh, aquí a Betulia, desde Matancillas, Chinampas, La Presa, La Paz, Ciénega, o sea, todos esos puntos, lo que es la Zona Norte, viene gente aquí a Betulia. Betulia como negocio, yo digo que es el número uno en mercado, el número uno aquí a nivel norte».
Betulia es una delegación que surge del trabajo de su gente. Su fundación nos refiere únicamente a un punto geográfico, diez hectáreas sobre las que nacería un pueblo que trajo fama a la región con su producción chilera, que puja constantemente por sacar adelante a sus habitantes, y que actualmente, se ostenta como un punto de referencia en el comercio de la zona norte del municipio.