Beirut, Líbano. 

Los ataques de Israel en la frontera entre Líbano y Siria colocan en "grave riesgo" a los civiles desplazados y obstaculizan las operaciones humanitarias, advirtió el lunes la ONG Human Rights Watch (HRW).

• El viernes tropas israelíes realizaron una incursión en el este de Líbano, cerca del cruce fronterizo de Masnaa, cortando la carretera entre los dos países.

Un funcionario del Ministerio de Transportes sirio, Sleiman Khalil, dijo a  AFP que "el tráfico por carretera sigue siendo imposible en este eje".

"El número de personas que cruzan la frontera ha disminuido, pero cientos continúan pasando por diferentes puestos fronterizos", afirmó Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), durante su visita al puesto fronterizo sirio de Jdeidet Yabous.

Israel acusa al grupo libanés Hezbolá de enviar armas por esta ruta, y el ejército israelí afirma haber atacado cerca del puesto fronterizo de Masnaa "un túnel subterráneo utilizado para el contrabando de armas".

Los ataques "impiden que los civiles huyan y obstaculizan las operaciones humanitarias", advirtió HRW en un comunicado. "Esta situación coloca en grave riesgo a los civiles".

• "Un ataque israelí contra un objetivo militar legítimo puede ser ilegal si es probable que cause daños desproporcionados a los civiles", añadió la ong.

Pero también advirtió que si Hezbolá utiliza la frontera para transferir armas, el movimiento proiraní "no toma todas las precauciones posibles para proteger a los civiles".

Según las autoridades libanesas, más de 370.000 personas, en su mayoría sirios pero también muchos libaneses, han cruzado la frontera hacia Siria desde la intensificación de los ataques israelíes en Líbano el 23 de septiembre.