Por: Marco J. Gallardo
25 de marzo del 2020.- Tras las medidas adoptadas por el Gobierno de Jalisco y los Ayuntamientos a lo largo del Estado, de designar, desde el pasado viernes cinco días de aislamiento voluntario, los alteños han sufrido la reclusión en el hogar. Así lo han expresado ciudadanos en Lagos de Moreno, Agua de Obispo y San Juan de los Lagos, quienes ven como adecuada la decisión adoptada por los gobiernos municipales, sin embargo, padecen por dicha acción.
Al respecto de cómo ha sido su experiencia dentro de sus casas, los alteños responden:
“Es un poquito estresante porque te saca de tus actividades normales. En cuestión al trabajo, desde mi punto de vista, me alteró mucho el ritmo de trabajo y me alteró mucho las actividades programadas. A veces es estresante estar encerrada sin siquiera salir poquito a la calle, porque uno está acostumbrado a salir y ver otras personas”.
“El aislamiento de mi parte ha sido relativo. Sí desde mi persona cuento con algunas medidas ya que pues tengo un neonato en casa, utilizo gel, el lavado de manos y cuestiones que tienen que ver con la prevención personal, pero laboralmente aún seguimos trabajando, pero trabajamos bajo distintas condiciones”.
En el caso específico de San Juan de los Lagos, Saúl Iván Pérez, explica cómo se vive bajo el aislamiento voluntario en la ciudad más turística de la región:
“Hay dos formas de verlo porque por un lado, al no ser una persona totalmente dependiente, comercialmente, de la gente que viene al Municipio, pues sólo lo notas en segundo plano. La ciudad se nota mucho más tranquila, en serio puedes bajar al centro y básicamente es impresionante porque no hay casi personas; tomando en cuenta que a diario hay visitantes aquí. Por otro lado, lo que sí se ha visto es un incremento en las quejas de las personas porque dicen que al no haber turistas, sí ha habido una reducción de los ingresos básicos. Fuera de eso y ya en las pequeñas comunidades, como las colonias, las cosas se notan normale, sólo se ve que las personas no están saliendo y creo que es parte del proceso”.
Sobre cómo ha sido la respuesta por parte de la ciudadanía de Lagos de Moreno y Agua de Obispo, comentaron:
“Yo siento que no hay tanto respeto de las medidas. No sé, yo siento como que la gente lo toma como vacaciones”.
“Pues existe incertidumbre. Por ejemplo, tengo conocidos en giros restauranteros o en cuestiones de servicios que tienen que ver con alimentos y pues ellos sienten incertidumbre al ver cómo se les va a apoyar, y de alguna manera también los trabajadores que tienen ellos que no son de planta, en esta caso hablamos de meseros, pues veo que sí se toman las medidas de solidaridad con ellos, ya que se les sigue pagando el sueldo pero sabemos que esta gente vive de propinas”.
Por su parte Esaúl Hernández, oriundo de Lagos de Moreno y residente de Agua de Obispo, explicó que en su caso personal, al contar con una recién nacida, los cuidados tradicionales deben extremarse; cambiando a un estilo de vida regido por el principio de precaución.
“Nosotros hemos restringido totalmente las visitas a personas externas. De alguna manera hemos encontrado una respuesta muy favorable, ya que se entiende que como recién nacida, no cuenta con ninguna defensa. Aparte vivimos una ola de calor, no sé se juntó como una especie de tormenta perfecta y pues esto también puede generar algunas otras enfermedades. Es decir, yo como padre, mi esposa y familiares muy cercanos, que no pasan de cinco personas, somos las que tenemos contacto con la niña. Ella se encuentra en un cuarto aislado. Le hemos acondicionado un dormitorio con una cuna, que también cuenta con un velo y una protección de plástico. De alguna manera, también forman parte de este pánico pero intentamos responder con las mejores medidas posibles que tengamos”.
En los tres casos, cada uno de los entrevistados coincidieron en que la sociedad no ha respondido de una manera del todo adecuada. Sin embargo, sí existe un cambio en la afluencia de personas en las ciudades alteñas.