Quito, Ecuador.
"No vi a Pelé, pero vi a Marta", rezaba un cartel que levantó la reducida, pero fiel afición que siguió los pasos de las 10 selecciones sudamericanas en la décima Copa América femenina, en la que Brasil y Colombia emergieron como las mejores.
Aunque pequeña, la de la Canarinha fue a lo largo del torneo de Ecuador 2025 una de las hinchadas más animadas. Los seguidores resistieron de pie los 90 minutos de cada duelo. A ritmo de tambor y pandereta, alentaron a la Seleção.
- Las escuadras de Colombia y Venezuela, países que tienen una importante población migrante en Ecuador, también estuvieron acompañadas.
Sin embargo, la tónica fueron estadios casi vacíos.
La AFP consultó a la Conmebol el número de asistentes a la competición, pero el organismo señaló que hará un balance tras la clausura del sábado.
Los apasionados contaron a la AFP sus razones para seguir el balompié de mujeres.
- "Sigan el ejemplo" -
Milena Benavides viajó toda la noche desde Ipiales (sur de Colombia) hasta Quito para ver la final del certamen y motivar a su hija adolescente a buscar un futuro profesional en el balompié.
De su mano también llegó un grupo de niñas del Deportivo Neymar, un pequeño equipo de esa localidad fronteriza.
Vestida con la camiseta alterna de la selección cafetera, Benavides acudió al estadio con una ilusión propia: ver a la estrella del Real Madrid, la "berraca" (valiente) Linda Caicedo.
"Es algo que a uno le llena de orgullo y que ellas motiven a otras niñas a que sigan el ejemplo", dice Benavides.
De 38 años, la mujer abrigaba la esperanza de que al ver el partido entre colombianas y brasileñas, a su hija Ángela le "siga gustando esto del fútbol y que siga por esta carrera, que es tan bonita".
- Por la reina -
Roberto Sabela, un brasileño de 43 años, llegó con su esposa a Ecuador apenas empezó el torneo, el 11 de julio. Confiesa que es un seguidor del fútbol femenino por su calidad.
"Nosotros no tenemos ninguna distinción entre fútbol masculino, femenino. Apoyamos a todos de la misma forma", señala a la AFP rodeado de sus connacionales.
Lamenta la poca promoción del torneo. "Falta también más apoyo de Conmebol, de FIFA. Hay mucha gente que no sabe que está pasando esta Copa América", opina.
Al igual que Benavides, Sabela arribó a Quito con el anhelo de ver a la reina del balompié de mujeres: Marta, quien ha dicho que está será su última edición del campeonato de selecciones más importante de la región.
"Marta es especial de más para nosotros. Es nuestro Pelé femenino", expresa Sabela y cruza los dedos para poder verla hacer su magia en el Mundial de Brasil 2027.
- Por "motivarle" -
La familia de la ecuatoriana Sandra Amaya, que vive a unos 120 km al sur de Quito, concurrió el sábado a su segundo partido del torneo. La motivación para cada viaje fue su hija de 12 años, quien sueña con ser futbolista y migrar a un club extranjero.
Amaya apenas sabe qué selecciones llegaron a la final, pero su hija recita los nombres de las jugadoras.
"Tenemos una niña que le encanta esta disciplina y compartir con ella algo que le gusta es lo máximo (...) también como para empujarle, motivarle", comenta.
La anfitriona Ecuador fue la que más aficionados convocó a las gradas, aunque se quedó en la fase de grupos. La Federación local estimó que unas 6.000 personas asistieron a una de las presentaciones de la Tricolor.
Ese número no es nada para el registro de 623.000 espectadores que tuvo toda la Eurocopa femenina 2025.
- Persiste el "machismo" -
César Guerrero se trasladó desde Santo Domingo de los Tsáchilas, a unas tres horas por carretera, para ver a la "crack" Linda Caicedo y sentirse por un momento como en su natal Colombia.
De 58 años, el comerciante lamentó que el estadio no estuviera a reventar pese a tratarse de una final. Las jugadoras "están demostrando que no debe haber diferencia de género" para apoyar a un equipo, señala.
"Ha faltado mucho valor a la bandera, mucho sentido de pertenencia con el equipo de Colombia. Creo que hay todavía mucho machismo", sostuvo.
- Aunque el interés no ha sido igual que otros torneos, Guerrero hace votos por un cambio.
"Quiero que ya la balanza vaya cambiando y para los próximos torneos haya más apoyo", enfatiza.
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