Guadalajara, Jalisco. 

A veces lo que hace falta es salir de la habitación y mirar hacia arriba. Subir a la azotea y quizá la vida o un grupo de artistas te sorprenda. Un equipo de cuatro mujeres profesionales de las artes escénicas en Jalisco, se dieron a la tarea de buscar alternativas ante la falta de espacios y de acercamiento con el público debido al confinamiento, así fue que nació la idea de Azoteas, donde músicos y bailarinas subieron a una azotea del barrio de la Capilla de Jesús y ofrecieron un espectáculo para los vecinos, que desde sus respectivas azoteas podían ser parte del evento. Habla Montserrat Sosa, productora del montaje.

"Íbamos a ver Guadalajara con unos músicos y con una escenografía muy bella de ropa interior, porque en ese momento había ropa interior en ese espacio, era una azotea de Guadalajara, punto, o sea, no necesitamos más".

Este proyecto nace de la necesidad de los artistas de seguir trabajando, de seguir generando arte para el público y también de dignificar su profesión en un momento donde se les ha relegado por no ser considerados como esenciales en la cadena productiva del estado. Habla Nataly Villegas, productora de Azoteas.

"Este es un proyecto que no tiene ningún financiamiento privado, ni financiamiento público de ninguna institución gubernamental, ni nada, y justo ahí como que también radica el valor de poder hacerlo desde la voluntad de los creativos y de nosotras que pensábamos en compartir”.

Azoteas se gestó desde el domicilio particular de una de las productoras del proyecto, se pensó en la gente de los alrededores, sus edades y necesidades. Se tomó como referencia la ubicación geográfica y las posibilidades que daba el espacio, y ya teniendo eso se creó un espectáculo que cubriera las necesidades del público, es decir la comunidad lo creo y fueron los artistas quienes lo activaron. Habla Karina Hurtado, directora artística.

"Era muy importante para nosotros dado que el espectáculo se iba a desarrollar en una azotea, el espacio cobra un peso sumamente importante para el proyecto. Es decir, todo parte del espacio, entonces las condiciones de ese espacio nos otorgaron la posibilidad de desarrollar como ciertas cosas, entonces dijimos ‘ah bueno, mira, tenemos aquí esta escalera, vamos a trabajar con las bailarinas que puedan ocupar estos espacios, habitarlos de una forma interesante, pensar en la disposición del público".

Al final del espectáculo se pasó el sombrero a los vecinos quienes con sus aportaciones ayudan tanto a la subsistencia de los artistas como del proyecto, ya que con cada donativo se planea llegar a más azoteas y adaptar el espectáculo para que éste siempre sea distinto y acorde a las necesidades de los vecinos, es decir, si hay más niños o adultos mayores, si se requiere mayor iluminación o música distinta, etcétera.

De igual manera, se creó una página en Facebook que lleva por nombre Azoteas MX, donde el equipo compartirá las próximas azoteas a intervenir, así como recibir solicitudes de vecinos que quieran llevar este proyecto a sus manzanas.

“Decirte que todas las personas que están involucradas son profesionales, todas absolutamente. Las productoras, los bailarines, los músicos, y las personas que se integrarán todas son profesionales y en este afán de compartir su arte y dignificar su trabajo también, como en esta lectura de acercarnos a la gente de otra manera porque esta es nuestra realidad y lo vamos a hacer, ¿no? Con los apoyos que tengamos porque pues este es el sentido que tienen nuestras vidas y no vamos a claudicar”, concluyó Hurtado.