Rushdie disecciona en Knife a su agresor: Intentaste matarme porque no sabías reír
EFE/EPA/RONALD WITTEK




Madrid, España. 

Salman Rushdie disecciona el atentado casi mortal que sufrió en 2022 en el libro 'Knife: Meditations After an Attempted Murder', y arrebata de forma simbólica el arma al agresor para entrar en su mente: "Puede que intentaras matarme porque no sabías reír", le explica.

Este martes se publica la obra en inglés y el jueves en español (editada por Random House) con el título 'Cuchillo: Meditaciones tras un intento de asesinato'. En sus 208 páginas el autor 'condenado' a muerte hace 35 años por el régimen de Irán tras la publicación de 'Los versos satánicos' demuestra que

"el arte no acepta la violencia" y "sobrevive a quienes lo reprimen".

Con profundidad y emoción, pero también con su habitual estilo humorístico, siempre salpicado de referencias literarias y artísticas (a García Marquez, a Borges, a Lorca, Dalí, a Blas Cubas o a Buñuel, por citar a los hispanoparlantes) Rushdie describe

su intento de asesinato, el 12 de agosto de 2022, cuando, con 75 años, participaba en una conferencia en el estado de Nueva York.

"Todavía veo el momento a cámara lenta. Sigo con la mirada al hombre que se destaca de entre el público y corre hacia mí", una imagen que capta "con el rabillo del ojo derecho –la última cosa que iba a ver ese ojo–", recuerda.

"Lo primero que pensé fue: O sea que eres tú. Aquí estás. Y lo segundo que pensé: ¿Por qué ahora? No fastidies. Si aquello pasó hace mucho… ¿Por qué ahora, después de tantos años?".

Fueron 27 segundos que cortaron como un cuchillo su existencia en dos.

  • "Somos otros, ya no lo que éramos antes de la desgracia de ayer", cita a Samuel Becket.

El agresor, Hadi Matar, un estadounidense de origen libanés de 24 años, dijo que sentía aversión hacia Rushdie por haber "atacado el islam", pero negó haber leído más de un par de páginas de 'The Satanic Verses' ('Los versos satánicos').

Por eso el autor británico-estadounidense de origen indio escribió 'Cuchillo', para intentar comprender a qué se debió su intento de asesinato, ya que no estaba relacionado con la obra que le ha costado ser perseguido buena parte de su vida.

  • El libro documenta con realismo, a veces mágico, su experiencia y se detiene en muchos detalles de su milagrosa y complicada recuperación médica -casi perdió la vida y le han quedado importantes secuelas- acompañado sobre todo por su mujer, la poeta y novelista Eliza Griffiths, y también por sus hijos y su hermana.

Pero se adentra en el terreno que mejor conoce, la ficción, para imaginar una serie de entrevistas con su agresor, al que apoda como 'el A.'. "Mi Agresor, mi Asesino potencial, el Alcornoque que hizo ciertas Apreciaciones sobre mi persona y con quien tuve un Altercado casi mortal de necesidad...me he visto pensando en él (supongo que es perdonable) como en un asno", señala.