El Parlamento español, muy fragmentado y sin mayorías claras
Fotografía: AFP




Madrid, España.

El socialista Pedro Sánchez ganó, al igual que en abril, las legislativas del domingo en España, pero quedó debilitado en el seno de un Parlamento muy fragmentado, con la extrema derecha de Vox convertida en la tercera fuerza.

- Partido Socialista Obrero Español (120 escaños)

Con 120 escaños frente a los 123 logrados en los comicios del 28 de abril, los socialistas cedieron terreno, al contrario de lo que esperaba su líder y presidente del gobierno saliente, Pedro Sánchez, que apostó por estas nuevas elecciones persuadido de que reforzaría su avance.

Llegado al poder en junio de 2018, Sánchez sigue lejos de la mayoría absoluta de 176 sillas (de 350 del Parlamento), por lo que tendrá que lograr la cuadratura del círculo para ser reconducido al poder.

La posibilidad de una abstención de los conservadores del Partido Popular (PP) en una votación de investidura para permitir un gobierno socialista en minoría se aleja, según analistas, toda vez que el PP temería las críticas de Vox si lo hace.

- Partido Popular (88 escaños)

Tras la peor debacle en su historia en abril (66 escaños), el PP se recuperó con fuerza. Su joven jefe, Pablo Casado, que había escorado el partido a la derecha, optó en esta ocasión por un tono más moderado frente al líder socialista, contra quien no ahorró epítetos en la campaña precedente.

Llegó a proponer, en caso de ganar, sellar acuerdos con todos los partidos constitucionalistas, incluido el socialista.

Pero tendrá que hacer frente a un "serio dilema", según Antonio Barroso, analista del gabinete Teneo: "Facilitar un gobierno socialista, que lo dejaría vulnerable a los ataques de (la extrema derecha) de Vox, o ir a nuevas elecciones con Vox en alza".

- Vox (52 escaños)

Marginal hace apenas un año, este partido ultranacionalista y de tono muy duro contra la migración ilegal resucitó la extrema derecha en un país donde era una ideología residual desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975.

Tras irrumpir con fuerza en el Parlamento en abril con 24 diputados, contará ahora con 52 tras capitalizar la crisis en Cataluña, donde se registraron violentas protestas tras la condena a mediados de octubre a penas de cárcel a nueve dirigentes independentistas por la tentativa de secesión de 2017.

Su jefe, Santiago Abascal, anunció la noche del domingo que hará una oposición sin concesiones, prometiendo "recurrir todas las leyes liberticidas e inconstitucionales que los otros partidos habían dejado pasar".

- Podemos (35 escaños)

Como era esperado, este partido de izquierda radical, que contribuyó junto a Ciudadanos a poner fin al bipartidismo español en 2015, cedió terreno desde abril, cuando consiguió 42 diputados. Fue minado por las divisiones internas, que llevaron a la creación de Más País, una formación liderada por el ex número dos de Podemos, Íñigo Errejón, que obtuvo 3 escaños.

Sus negociaciones tras las elecciones de abril para formar gobierno con Pedro Sánchez fracasaron, luego de que Podemos considerara el acuerdo como insuficiente.

Su líder, Pablo Iglesias, sigue reclamando formar un gobierno de coalición con Sánchez, quien lo descartó durante la campaña.

- Ciudadanos (10 escaños)

Gran perdedor de la jornada electoral, el partido liberal y antinacionalista de Albert Rivera sufrió un derrumbe que no esperaba, luego de haber logrado 57 diputados en las pasadas elecciones.

Pagó así sus incesantes cambios de posición: luego de llamar a "echar a SánchGran perdedor de la jornada electoral, el partido liberal y antinacionalista de Albert Rivera sufrió un derrumbe que no esperaba, luego de haber logrado 57 diputados en las pasadas eleccionesez" del poder en abril, en esta campaña no descartó apoyarlo para reconducirlo al poder y permitir a España salir del bloqueo político.

- Independentistas catalanes (23 escaños)

Con Izquierda Republicana de Cataluña (13 escaños), Juntos por Cataluña (8) y el partido de extrema izquierda CUP (2), que participaba por primera vez en unos comicios nacionales, los separatistas catalanes consiguen un escaño más con respecto a abril. Con esta fuerza podrían en teoría ser decisivos para facilitar un gobierno de izquierdas, pero los socialistas ya han dicho que no quieren este apoyo, en vista de la crisis en Cataluña.