Ciénega de Mata, un paraíso abandonado




Por Paúl Martínez Facio

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El visitante que decide asomarse a la delegación Francisco Primo de Verdad y Ramos, no tardará en darse una idea de la importancia que esta zona tiene. La comunidad forma parte de lo que antes fuera el Mayorazgo de Ciénega de Mata, uno de los más grandes de la Época Colonial; está rodeada de cuatro presas: El Valerio, La Duquesa, San Agustín y Juan Vaquero, testigos de la fertilidad de la región.

Sin embargo, esta riqueza no ha permeado como debiera, y es que los campesinos de la región han visto cómo los recortes presupuestales en apoyos al campo extinguen sus posibilidades, convirtiendo a este paraíso en un pueblo abandonado y obligando a sus habitantes a dejar sus tierras para buscar el sustento de cada día:

“Estamos muy olvidadísimos de Lagos en cuestión de economía, el gobierno en vez de ayudarnos, el procampo en vez de darnos nos mermaron, ¿cuáles son las ayudas que tenemos, el campesino? Este año, apenas, ya nos lo mermaron, el procampo, ¿cuáles son las ayudas que tiene el campesino? Nada”.

La ayuda que han recibido los últimos años no es lo suficiente:

“Ha consistido la ayuda en darles un saco me semilla mejorada de maíz, eso es todo, es un saquito de maíz para las personas, no los están ayudando en nada”.

“¨Por eso sale uno de aquí, porque aquí no hay vida, aquí está todo muerto, nos vamos a la ciudad a trabajar, para buscar la gorda para las criaturitas, de otra manera pos no, no hay nada”.

Una vez que el visitante arribe a la llamada “Casa Grande”, podrá observar la magnitud de las trojes que antes pertenecieron al mayorazgo, y que dan cuenta de la riqueza productiva que poseen estas tierras; sin embargo, tampoco dejara de notar la gran cantidad de casas deterioradas, las calles que en su polvo acusan el olvido en que ha sido mantenida esta comunidad durante mucho tiempo, ninguna de ellas se encuentra pavimentada, y sólo la principal cuenta con un empedrado gastado por el tiempo.

“Estamos olvidados de todo, en la delegación no hay nada, no brilla nada…”.

“Aquí el delegado prometió arreglar las paredes de las casas, con ´pecho palomo y que sabe qué’, y miré ahí están…”.

“El presidente de Lagos dice ‘siendo un Pueblo… Primo de Verdad y Ramos y está abandonado’, pos sí, nos tienen abandonados… yo aquí nací, aquí nací yo, tengo 91 años yo, y hasta ahorita mire, es lo mismo, lo mismo, siempre es lo mismo”.

Si el visitante se da la oportunidad de detenerse a platicar con los habitantes, notará de inmediato esta constante sensación de orgullo y sentimiento de abandono, pues la región, de hermosos paisajes y gran patrimonio histórico tangible e intangible, ha sufrido un abandono general por parte de las autoridades.

“Francisco Primo de Verdad es un poblado de gente humilde, sencilla, trabajadora, honrada y luchona, es un buen lugar turístico, nada más que no se le ha dado el auge que realmente necesita, aquí tenemos una fauna muy bonita, tenemos venados de cola blanca, tejones, tenemos zorritas, tenemos aves de distintas especies…”.

Sin duda, Francisco Primo de Verdad y Ramos refleja en toda su crudeza el abandono en que se encuentra la Zona Norte de Lagos de Moreno: carencias que de tan evidentes se hacen normales y que se contraponen a la riqueza de su gente, su paisaje y su potencial turístico y productivo.