Un hombre abatido tras atacar a militares en Bruselas, en un acto considerado como terrorista




Bruselas, Bélgica.

Un hombre agredió el viernes por la noche con un cuchillo a soldados en pleno centro de Bruselas, antes de ser abatido por los militares, un ataque que fue calificado como "terrorista" por la fiscalía general belga.

"Pensamos que se trata de un ataque terrorista", indicó una portavoz de la fiscalía. El atacante, contra el que los soldados usaron sus armas, "ha muerto", añadió.

El agresor "gritó dos veces Allah Akbar" (Dios es el más grande, en árabe) durante su ataque con cuchillo contra dos militares, uno de los cuales resultó "levemente herido", precisó la misma fuente.

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Según la agencia de prensa Belga, el hombre, de unos "treinta años", fue llevado al hospital tras su agresión.

El alcalde de Bruselas, Philippe Close, declaró a la prensa que se trataba de la acción de un "individuo aislado".

"El hombre fue rápidamente neutralizado. Un militar resultó herido en la mano", agregó.

El ataque tuvo lugar poco después de las 20H00 (18H00 GMT) en una avenida en pleno centro de Bruselas, cerca de la Grand Place. Militares armados patrullan desde hace más de dos años numerosos sitios considerados "sensibles" en Bélgica, debido a la amenaza terrorista.

Esta presencia fue reforzada después de los atentados que dejaron 32 muertos en la capital belga el 22 de marzo de 2016.

"Todo nuestro apoyo a nuestros militares", tuiteó el primer ministro belga Charles Michel. "Nuestros servicios de seguridad siguen vigilantes. Seguimos la situación de cerca", con el Centro de Crisis, añadió.

Bélgica, donde el nivel de amenaza terrorista se mantiene desde finales de 2015 en el 3 de una escala de 4, fue en varias ocasiones el escenario de agresiones contra militares o policías estos últimos meses.

- Anteriores ataques -

Hace un año, el 6 de agosto de 2016, un argelino que vivía en Bélgica atacó con un machete a dos policías delante de la comisaría de policía de Charleroi al grito de "Allah Akbar", hiriéndolos en la cara y en el cuello antes de ser abatido.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este ataque al día siguiente.

En septiembre de 2016, en Molenbeek, barrio de Bruselas considerado como un semillero del islamismo radical, dos policías fueron apuñalados sin resultar heridos, gracias al chaleco antibalas que llevaban.

El autor de los hechos, acusado por tentativa de asesinato, es un hombre de origen magrebí que era conocido por los servicios de la policía bajo una decenas de seudónimos, pero sin relación manifiesta con el movimiento islamista, según la fiscalía de Bruselas.

Un mes más tarde, el 5 de octubre, dos agentes de policía, un hombre y una mujer, que circulaban cerca de un hospital, fueron agredidos con un cuchillo por un hombre en Schaerbeek.

Uno de los policías resultó herido "en el estómago" y el otro "en el cuello". El atacante, un ex militar de 43 años, fue acusado de "intento de asesinato en un contexto terrorista" y de "participación en actividades de un grupo terrorista".

Bruselas fue sobre todo el blanco de un doble atentado perpetrado por kamikazes, que dejó 32 muertos y más de 150 heridos, el peor ataque terrorista que se haya cometido en Bélgica, reivindicado por el Estado Islámico.

Y los atentados de París del 13 de noviembre de 2015 (130 muertos), en el que participaron varios belgas, fueron preparados en este país.