La UE ante una pandemia interminable, amenazas geopolíticas y la crisis energética
Fotografía: EFE/EPA/JULIEN-WARNAND.




Bruselas, Bélgica.

Tras casi dos años lidiando con la interminable pandemia, la Unión Europea (UE) encara un 2022 con importantes retos internos, como desplegar con éxito el fondo de recuperación, y amenazas externas, especialmente desde el Este.

La COVID sigue siendo una de las grandes inquietudes que amenazan a la UE, donde se tratan de generalizar las dosis de refuerzo y se abre camino la vacunación de niños y el debate sobre si hacerla obligatoria.

Además, entre ola y ola de contagios de COVID-19, alfa, delta u ómicron, las crisis se solapan y multiplican y la UE se enfrenta a un mundo menos estable del que había antes de la pandemia.

"Los europeos no son conscientes del mundo en el que viven", decía recientemente el alto responsable de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, que señala la excepcionalidad de la "burbuja" de "bienestar" europea que está "bajo amenaza".

Esta Comisión encabezada por Ursula von der Leyen nació con la ambición de ser "geopolítica" y la pandemia le ha puesto ante el espejo de hasta qué punto la UE es dependiente y necesitaba una mayor "autonomía estratégica".

Depende, por ejemplo, de la OTAN en lo militar, de su alianza con EEUU, del gas de Rusia, de mercancías y tecnología china o del control de los migrantes que aplique Turquía, según destacan los analistas.