Naciones Unidas, Estados Unidos.
La guerra en Siria está al borde de una nueva fase con la inminente recaptura de Raqa de manos del grupo Estado Islámico, pero ese conflicto prácticamente no concentró la atención en la Asamblea General de la ONU esta semana.
Si en la Asamblea General del año pasado Siria fue el objetivo de incontables reuniones, este año simplemente desapareció de la agenda diplomática, aplastada por las tensiones con Corea del Norte y por las dudas sobre el acuerdo con Irán por su política nuclear.
En 2016 las tensiones eran evidentes en la ONU, ya que los países occidentales trabaron acalorados debates con Rusia e Irán, aliados de Siria, a raíz de la ofensiva contra la ciudad de Alepo, controlada entonces por grupos rebeldes.
Desde entonces, el gobierno de Bashar al Asad retomó Alepo y la mayoría del territorio que era controlado por los rebeldes, con el decidido apoyo político y militar de Moscú y Teherán.
El grupo radical Estado Islámico está muy cerca de una derrota y sobrevive apenas en dos centros, Raqa y Deir Ezzor.
Rusia, Irán y Turquía establecieron cuatro zonas de reducción del conflicto en Siria y trabajan junto a la ONU y a Jordania en el sur del territorio sirio para consolidar acuerdos locales de cese del fuego.
"La guerra en Siria no ha terminado", dijo el jueves en la ONU la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, durante una reunión dedicada a Siria.
Sin embargo, la misma diplomática admitió que "la situación en el terreno ha mejorado. Daesh (el grupo Estado Islámico) ha sido desalojado de posiciones en que era fuerte" y los combates han disminuido.
"Para muchos sirios, esto marca la diferencia entre la vida y la muerte", dijo.
- Impulso a grupo de contacto -
Después de siete años de enfrentamientos que dejaron 330 mil muertos, la guerra de Siria se convirtió en un conflicto de solución extraordinariamente compleja, pero los esfuerzos diplomáticos se mantienen.
Diversos diplomáticos indican que la cuestión kurda y la creciente participación de Israel -que teme que Siria se convierta en una plataforma para Irán- se perfilan como nuevas crisis.
"Nada está resuelto", dijo un diplomático europeo que solicitó el anonimato.
El país siue profundamente dividido, unos cinco millones de sirios aún están en campos de refugiados y un recrudecimiento de los combates aún es posible, dijo.
Al hablar esta semana ante la Asamblea General, el presidente francés Emmanuel Macron propuso el establecimiento de un nuevo "grupo de contacto" sobre Siria para impulsar una solución diplomática.
Rusia y Estados Unidos reaccionaron con cierta indiferencia a la propuesta.
En Washington, el gobierno de Donald Trump aún precisa definir su estrategia para Siria más allá del combate al EI y además se niega a ofrecer a Irán -un actor fundamental en el conflicto- un lugar a la mesa de negociaciones.
"Si el grupo de contacto incluye a Irán, será difícil para nosotros", dijo a AFP un funcionario estadounidense.
En cambio, un diplomático europeo reveló una visión pesimista sobre el papel de Washington: "los estadounidenses abandonaron la búsqueda de una solución política. Su único interés es militar: derrotar al Estado Islámico", dijo.
- La reconstrucción -
La ONU tiene previsto convocar una nueva ronda de conversaciones en las próximas semanas entre el gobierno de Siria y la oposición, aunque pasadas tentativas no arrojaron grandes resultados.
Además, con los grupos rebeldes fragilizados militarmente, el gobierno sirio no tiene ahora prisa para hacer concesiones.
Las negociaciones impulsadas por la ONU chocaron contra un muro impenetrable, ante exigencias de la oposición de una transición política que abra el camino a la salida de escena de Al Asad.
En tanto, la Unión Europea, con el apoyo de Francia y el Reino Unido, espera que la promesa de miles de millones de dólares para la reconstrucción de Siria pueda ayudar a alcanzar un acuerdo.
Durante una conferencia realizada en Bruselas en abril, varios países ofrecieron 6 mil millones dólares en ayuda para reconstruir Siria, pero la UE dejó claro que el dinero no comenzará a circular mientras no exista un acuerdo para una transición.