Ciudad de México, México.
Andrés Manuel López Obrador, abrió hoy la posibilidad de que la inversión extranjera entre al proyecto del Tren Maya, un ferrocarril de 1.500 kilómetros que enlazará los principales centros arqueológicos en el sureste mexicano.
El plan de López Obrador es que la obra sea construya en cuatro años y una a los estados mexicanos de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
"Es un programa de todos con participación de los gobiernos municipales, estatales, del Gobierno federal, de la sociedad civil, de inversionistas nacionales, y si se necesita, de inversión extranjera", dijo López Obrador en una reunión con los gobernadores en funciones y electos de los estados antes mencionados.
"Esto debe de asumirse como un programa de la nación para el desarrollo de México", añadió el político en la reunión que tuvo como objetivo trabajar en los aspectos técnicos de la obra tomando en cuenta la inversión, el impacto ambiental y el beneficio para la región.
López Obrador remarcó que la inversión será público-privada y en el orden de los 150.000 millones de pesos, unos 7.750 millones de dólares.
En lo que se refiere a las licitaciones, los trabajos y los tiempos, López Obrador señaló que trabajará durante los dos próximos meses y medio para que las licitaciones estén listas el 1 de diciembre, día en que asume como presidente de México.
Enfatizó en que el ferrocarril será una obra "que deberá concluirse a tiempo" y bajo los mejores estándares, eliminando vicios de operación como retrasos o situaciones no previstas por lo que supervisará de manera personal el avance de los trabajos.
El proyecto de tren para potenciar la oferta turística del mundo maya tiene como antecedente más reciente el anuncio del gobierno del actual presidente Enrique Peña Nieto en 2012 de construir una vía férrea de Mérida a Cancún, que finalmente fue cancelada en 2015.
Como punto de partida estará la ciudad maya de Palenque, en el estado de Chiapas, y el balneario caribeño de Cancún, en Quintana Roo, con dos rutas que abarcan 1.500 kilómetros a través de las costas este y oeste de la Península de Yucatán.
Además de las ruinas mayas de Chichén Itzá (Yucatán), Calakmul (Campeche) y Tulum (Quintana Roo), el tren tocará puntos turísticos como Campeche, Mérida, Izamal y Valladolid, que por décadas han servido como puerta de entrada al mundo maya.