Ciudad de México, México.
El Senado de México nombró este viernes al primer fiscal general del país en un proceso criticado por opositores y organizaciones civiles que argumentan que se hizo a discreción del presidente y su partido, quienes rechazaron propuestas para garantizar independencia en la elección del cargo.
El nuevo fiscal general, Alejandro Gertz, fue escogido con una mayoría calificada de 91 votos entre los 117 legisladores presentes en el Senado, donde Morena (izquierda) y sus aliados tienen un cómodo dominio.
Los otros dos candidatos, Bernardo Bátiz y Eva Verónica de Gyves, obtuvieron nueve y cero votos, respectivamente, mientras que 17 senadores votaron en contra de la terna presentada.
Los tres candidatos habían sido seleccionados por el presidente Andrés Manuel López Obrador de un primer grupo de 10 aspirantes propuestos al mandatario por la Cámara Alta.
La nueva Fiscalía General de la República, institución autónoma cuya creación fue aprobada en 2014, reemplazará a la Procuraduría General de la República (PGR), un órgano que, según expertos, estaba subordinado al poder Ejecutivo pues su jefe era designado por el presidente y respondía a sus intereses.
Activistas y organizaciones civiles habían propuesto que en la selección del nuevo fiscal participen grupos de ciudadanos ajenos al gobierno con el fin de garantizar su autonomía e independencia, así como medidas para mejorar la eficacia de la institución.
Dicha propuesta no fue recogida por la administración del exmandatario Enrique Peña Nieto y tampoco fue aceptada por López Obrador, que optó por mantener el mismo método de selección del antiguo procurador.
"Esta designación es producto de un proceso sumamente cuestionado y apresurado que confirma la poca independencia de quien fue elegido con respecto del Ejecutivo Federal", dijo el centro de pensamiento México Evalúa en un comunicado.
Gertz, un doctor en derecho penal de 79 años, que se desempeñó como secretario de Seguridad Pública durante el gobierno del expresidente Vicente Fox (2000-2006) y tuvo un cargo similar en la Ciudad de México entre 1998 y 2000, ocupaba hasta ahora la jefatura interina de la PGR.
En sus primeras declaraciones tras juramentar ante el Senado, afirmó que no se abandonarán las investigaciones de casos de corrupción que quedaron pendientes en la administración anterior.
"Todos los asuntos que estén pendientes van a tener el curso legal que deben de tener", dijo Gertz, cuyo encargo al frente de la Fiscalía General durará nueve años.