Naciones Unidas, Estados Unidos
Rusia, que fue expulsada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU cuando invadió Ucrania, intentará regresar al organismo el martes, una posibilidad incierta que servirá para calibrar su apoyo internacional.
La Asamblea General de la ONU votará para elegir a 15 nuevos miembros del organismo con sede en Ginebra, para mandatos comprendidos entre 2024 y 2026.
Los 47 miembros del Consejo se reparten por regiones, y cada gran grupo regional suele preseleccionar a sus candidatos y la Asamblea General los suele aprobar después.
Pero este año dos grupos tienen más candidatos que escaños disponibles: América Latina (Brasil, Cuba, República Dominicana y Perú competirán por tres escaños), y Europa del Este (Albania, Bulgaria y Rusia pelearán por dos).
La candidatura rusa generó escepticismo y la votación tendrá lugar pocos días después de que un ataque con misiles contra la localidad ucraniana de Groza mató a más de 50 personas.
"Esperamos que los miembros de la ONU rechacen con firmeza la absurda candidatura" de Rusia, declaró a AFP un portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos que pidió anonimato.
"Miembros de las fuerzas rusas violaron el derecho internacional humanitario y cometieron crímenes de guerra y contra la humanidad en Ucrania".
Mariana Katzarova, experta de la ONU, declaró recientemente que la represión en Rusia aumentó desde la invasión a Ucrania en febrero de 2022 y llegó a niveles "sin precedentes en la historia reciente".
Para integrar el Consejo de Derechos Humanos, un país necesita 97 votos de los 193 países miembros de la ONU. En abril de 2022, 93 países votaron a favor de suspender a Rusia del Consejo, mientras que 24 se opusieron.
Esa votación mayoritaria contra Rusia fue menos desigual que otras resoluciones en defensa de la integridad territorial de Ucrania, con la aprobación de unos 140 países.
Pero la situación con el consejo es más compleja, ya que algunos países también considerados infractores de los derechos temen correr la misma suerte.
Vote secreto
La votación del martes será secreta y quizás arroje luz en un mundo en el que varios países en desarrollo se hartaron de la persistente atención de Occidente a Ucrania.
"Creo que a los diplomáticos occidentales en Nueva York les preocupa bastante que Rusia pueda volver a colarse en el Consejo de Derechos Humanos" y eso sería "un desastre de relaciones públicas para la ONU a gran escala", afirmó Richard Gowan, del International Crisis Group.
"Rusia siempre sostuvo que muchos miembros de la ONU simpatizan con ella en privado pero no en público por miedo a enemistarse con las potencias occidentales", añadió.
"Moscú esperará que esta supuesta mayoría silenciosa lo apoye en esta votación secreta".
Vassily Nebenzia, embajador ruso ante la ONU, replicó: "No hay faros de democracia ni Estados canallas, como a veces se dice. Ningún Estado miembro puede pretender ser inmune a las violaciones de los derechos humanos".
Louis Charbonneau, de Human Rights Watch (HRW), admitió que ningún miembro del Consejo "tiene un historial intachable", pero añadió que "todos los países miembros de la ONU deberían admitir que el Consejo tiene unos estándares de composición que Rusia y China desprecian".
HRW ha pedido a los países que también se abstengan de votar a favor de Pekín, debido a sus violaciones de los derechos de la minoría uigur de China.
China, sin embargo, arriesga poco en la votación: es uno de los cuatro países del grupo regional asiático que compiten por cuatro puestos vacantes.
- HRW también pide a los países oponerse a Cuba, mientras que otra ONG, el Servicio Internacional para los Derechos Humanos, rechaza no sólo a las candidaturas rusa y china, sino también a la de Burundi. Otros candidatos el martes serán Costa de Marfil, Malaui, Ghana, Kuwait, Indonesia, Japón, Países Bajos y Francia.