RGPD, cuatro letras que sacudieron a la industria mundial de datos
Fotografía referencial: Xinhua




París, Francia.

Al imponer el 25 de mayo de 2018 su Reglamento general europeo de protección de datos (RGPD), Europa asestó un gran golpe a la economía digital en todo el mundo, aunque al consumidor se le dificulta aun ver la diferencia.

El RGPD construyó un marco jurídico sin parangón en el planeta, por la magnitud de obligaciones impuestas a las empresas y la amplitud de los derechos que garantiza a los internautas.

Se impuso como una referencia mundial en la materia, llevando a muchos países por fuera de Europa a acelerar sus propios trabajos sobre el tema.

California, la Meca de la digitalización de la economía, está adoptando una legislación estricta sobre datos personales.

En Asia, Japón completó su legislación para llegar a un nivel equivalente al RGPD.

Las empresas europeas y extraeuropeas gastaron centenares de millones de euros para poner orden en sus tentaculares flujos de datos.

- Datos "duplicados en todos los sentidos" -

"Muchas empresas se enfrentan a un gran problema: su sistema de información fue concebido en torno a los servicios a prestar y no los datos. Estos son duplicados en permanencia en todos los sentidos, enviados a incontables prestatatarios y suministradores...", dice a la AFP Gérôme Billois, del gabinete Wavestone.

Ahora el "31% de las empresas no alcanza a instalar el derecho al olvido" (derecho a borrar datos personales previsto por la RGPD) "porque no saben con precisión donde están los datos", añade.

"Ahora se está ingresando en el aspecto operacional" de la aplicación del RGPD, confirma por su lado Jean-Michel Franco, director de marketing del producto del editor de sistemas francés Talend.

Entre los sectores más sacudidos por la entrada en vigor del RGPD, figura el de la publicidad dirigida, donde las empresas recolectan datos personales a gran escala para poder dirigirse directamente a los consumidores que les interesan.

Haciendo acopio de las armas suministradas por el RGPD, la Cnil, gendarme de datos francés, pidió a cuatro start-up francesas (Fidzup, Teemo, Singlespot, Vectaury) revisar la manera como obtienen el consentimiento de los internautas.

Teemo, por ejemplo, negoció con el gendarme de datos un nuevo cintillo de petición de autorización para utilizar datos personales. La empresa temía que los internautas ya no quisieran compartir sus datos con esos nuevos cintillos, pero las tasas de aceptación finalmente siguen siendo elevadas, cerca al 70% en promedio, afirma Benoit Grouchko, su director general.

- 145 mil quejas -

"En la segunda mitad de 2018, el mercado" de la focalización publicitaria "ha sufrido mucho" por las incertidumbres relacionadas con la aplicación de la nueva legislación, indica Grouchko, y agrega que recuperó de nuevo la cifra de negocios constatada antes de la entrada en vigor del RGPD.

Desde el punto de vista del consumidor, el asunto es menos optimista.

Muchas ONG de defensa de los derechos de los internautas consideran que los objetivos del RGPD están lejos de ser alcanzados.

A veces, explican, los usuarios siguen dando la autorización al uso de sus datos personales de una manera que no es ni "libre" ni "clara", como lo pide el texto europeo.

Muchos internautas hacen clic en "si" a compartir sus datos porque hacer clic en "no" o pedir "más informaciones" los lleva a perderse en un laberinto de preguntas y los direccionan hacia páginas cada vez más incomprensibles.

Al menos el RGPD da a los ciudadanos medios jurídicos de actuar contra las empresas. En la Unión europea, 145 mil quejas por violación del texto fueron presentadas desde hace un año, según la Comisión europea.

Aunque solo una sanción de importancia ha sido pronunciada (50 millones de euros de multa contra Google pronunciada por la Cnil), otras sanciones podrían darse en el futuro, consideró la comisaria europea de Justicia Vera Jourova.

Unos diez "grandes expedientes" están en la actualidad en curso de instrucción en la UE, afirmó.