Recuerdan a Quino como impulsor del pensamiento crítico en la FIL




Guadalajara, Jalisco.

Como un agente empoderador de las niñas, del pensamiento crítico y de la libertad de expresión fue como editores, escritores e ilustradores recordaron a Quino, eminente caricaturista argentino cuya muerte ocurrida el pasado 30 de septiembre conmocionó al mundo.

En la mesa de diálogo virtual “Aquí no hay tristeza: homenaje a Quino”, dentro de la Feria Internacional del Libro, la dibujante colombiana Adriana Mosquera mencionó que las tiras cómicas del autor homenajeado que creció leyendo le permitieron estimular su criterio aun siendo niña y el hecho de ser Mafalda la protagonista la empoderó.

"Yo interioricé que las niñas teníamos derecho a protestar, que teníamos una voz, que nos dábamos cuenta de lo que pasaba en el mundo, que queríamos cambiar el mundo y que lo podíamos hacer, yo en ese momento ni siquiera sabía que Quino era hombre, yo asimilé que lo hacía una mujer, entonces para mí era una libertar total, era increíble ver cómo en esos cuadernitos una niña se quejaba, se expresaba".

Quino Fotografía: AFP

Por su parte el editor argentino Daniel Divinsky, quien trabajó por décadas con Quino, lo describió como un autor sumamente exigente consigo mismo y con quienes laboraron con él, pero también como un humano que como cualquiera tenía claroscuros, incluso cuando podía, evitaba los reflectores y la sobreexposición pública, incluso rechazando sendos reconocimientos de universidades en todo el mundo porque le quitarían tiempo.

"Estábamos cenando en un restauran de carnes en Buenos Aires, se levantó una muchacha joven de una mesa, se acercó y dijo ¿oiga, usted es Quino? Él la miró y dijo sí, cuando trabajo sí, pero en este momento estoy comiendo, la chica dijo bueno cuando vea al otro Quino dígale que lo admiro mucho y que me gusta mucho su obra, una respuesta tan digna. De esas hay varias que pintan que era un ser humano bellísimo un filósofo, un hombre con una gran empatía, pero también tenía su lado diabólico".

Otro escritor que formó parte del diálogo, Martín Solares, relató que la calidad de los dibujos de Quino fue de tal alcance, que cuando tuvo que presenciar la destrucción de miles de libros del argentino por desacuerdos entre él y una editorial mexicana, trabajadores de la imprenta que nunca lo habían leído y hojearon los ejemplares previo a guillotinarlos se agasajaron con Mafalda y pidieron permiso para llevarse algunos ejemplares, moción que les fue concedida incluso al notario que acudió a dar fe de que la destrucción de los libros.