Guadalajara, Jalisco.

Porque el disfrutar de la paz del silencio también es un derecho humano, el Congreso Local ya cocina la Ley Antiruido de Jalisco que elevará las multas de 500 a 4 mil pesos.

Los operativos de los ayuntamientos para prohibir los altos decibeles de bares y cantinas han sido insuficientes. El 60% de las quejas de vecinos son ignoradas, indicaron activistas que pugnan por mano dura contra los ruidosos.

Los focos rojos en la Zona Metropolitana son las colonias Providencia, Americana, Huentitán el Bajo y el Parque Trasloma donde recientemente se han llevado a cabo conciertos de conjuntos musicales de moda.

En las ciudades medias la situación se agudiza pues suelen instalarse bares o cantinas enfrente de hospitales o escuelas o durante las fiestas patronales aquello se vuelve tierra de nadie.

El promotor de esta iniciativa, el diputado Augusto Valencia aseguró que para inhibir a los negocios que abusan del ruido también proponen retirar licencias municipales

De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana los límites permitidos son de 55 decibeles en zonas habitacionales y 69 en zonas industriales. Pero la mayoría de bares y discotecas superan los 90 decibeles que son el rango que causa daños irreversibles a las personas.

En la Zona Metropolitana de Guadalajara, siete de cada diez personas están expuestas a esos niveles dañinos de decibeles.