Beijing, China.
La primera recopilación de cuentos de la escritora chilena Paulina Flores, que se ha publicado en seis idiomas, ha sido presentada al público en China.
El acto de lanzamiento de la obra en chino mandarín fue organizado por la embajada de Chile en el país asiático el martes y es la única traducción que se ha presentado a los lectores.
"Para mí siempre es impresionante que exista la posibilidad de que un lector de otro país pueda leer mi literatura. Es increíble pensar que mi historia de Chile, que queda tan lejos, se lea por alguien de acá. Es una experiencia muy significativa que jamás imaginé", señaló Flores.
Según la escritora, el primer cuento de su libro "Qué vergüenza" se relaciona con China, pero si alguien tiene curiosidad de saber qué pasó, "lo mejor es que lo lea", recomendó la escritora.
Al hablar del sentido de la palabra "vergüenza", que se encuentra también por todos los lugares en este libro, Flores explicó: "Uno siente vergüenza cuando tiene cosas que no quiere contarle a nadie y que son como especies de secretos que uno tiene. La vergüenza es algo muy íntimo. Es algo que no quisiera compartir, que es solo nuestro".
Así, la autora destacó que "el libro en general habla de esta historia íntima en diferentes regiones de Chile. Los secretos en algún punto nos hacen fuertes porque en el fondo guardarnos estos secretos, sobrevivir a ello es lo que permite seguir adelante la vida".
"Creo que así se mueven los personajes en el libro. Es un sentimiento humano que nos va a salvar a la humanidad. Pienso que en el mundo actual guardarse algo para así es algo muy valioso", añadió.
En estos nueve cuentos que conforman su primer libro, Flores explora el tema del crecimiento. "Uno no va creciendo hacia arriba o hacia adelante, muchas veces para aprender algo se trata de todo contrario, se trata de equivocarse. Hay un dicho en español que dice ´echando a perder se aprende´", explicó.
En un diálogo literario que sostuvieron Flores y la escritora china Wen Zhen celebrado el jueves en el Instituto Cervantes de Beijing, la escritora chilena avanzó este tema. "Quería ver día a día cómo se va forjando la vida una persona. Los personajes de estos cuentos justamente se hacen esta pregunta: ¿En qué momento su vida se convirtió en lo que es ahora? Se ponen a recordar y apuntar su propia historia. Es una especie de despertar al crecimiento", detalló.
A diferencia de los autores de los años 60, Flores, de 30 años, expresó una actitud distinta al boom de la literatura latinoamericana. "Me siento más cercana a autores como Roberto Bolaño o Alejandro Zambra que están despojando de elementos fantásticos el boom".
"He aprendido mucho de los libros de Roberto Bolaño, quien luchó contra la categoría, la frontera que hace que uno sea de un país a otro. Siempre los estoy leyendo. Fue como un aliciente para mí a la hora de decidir ser escritora", destacó.
Flores reveló que estos días está leyendo algunos poemas de la dinastía Tang. "Es como un compendio. Me parece fabuloso. Y también estoy leyendo a Mo Yan. Antes del Premio Nobel no lo conocía, pero después me interesó su literatura. Me gusta mucho el sencillo estilo de sus libros".
El cuento "Qué vergüenza" recibió el Premio Roberto Bolaño a la creación literaria joven en el género de cuento. Posteriormente, la recopilación obtuvo el Premio Municipal de Literatura de Santiago y el Premio de Literatura del Círculo de Críticos de Arte.