Washington, Estados Unidos.
La lista de candidatos presidenciales en Estados Unidos cuenta con dos figuras, Vivek Ramaswamy y Nikki Haley, que han cruzado los ataques más feroces: ambos son de origen indio, una comunidad cada vez más visible en la escena política estadounidense.
Vivek Ramaswamy, de 38 años, un hombre de negocios que nunca ocupó un cargo electivo, llegó incluso a levantar un cartel durante un debate para acusar a Nikki Haley de corrupción en sus actividades empresariales.
- De su lado, la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, de 51 años, respondió calificándole de persona poco fiable y reprendiéndole por mencionar a sus hijos.
Pero los candidatos presidenciales a la nominación del Partido Republicano para los comicios de este año tienen un difícil desafío pues llegan en las encuestas muy por detrás del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Lo que ambos aspirantes tienen en común es que descienden de inmigrantes indios, al igual que la actual vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris, cuya madre es india.
Es una muestra de que los estadounidenses de origen indio están cada vez más presentes en la política estadounidense y es una señal más de éxito para su comunidad, donde el ingreso promedio por hogar se encuentra entre los más altos entre varios grupos étnicos del país.
- Buena educación -
Raj Goyle, exlegislador por Kansas y cofundador del grupo político Indian American Impact, explicó que los grupos étnicos en Estados Unidos siempre han esperado hasta tener mayor riqueza y masa crítica para entrar en política.
"Los indio-americanos en realidad han tenido una trayectoria más rápida que otras comunidades de inmigrantes en términos de éxito político", sostuvo. Remarcó que se distinguen por la cantidad de ellos que recibieron buena educación y tenían destrezas específicas ya a su arribo.
"De la primera ola de nosotros en ser elegida, tuvimos que pensar en cómo reaccionarían los votantes frente a nuestra etnia”, señaló Goyle. En su opinión, incluso si el racismo persiste en su contra, "creo que eso es una gran ventaja".
Su aparición en la política se remonta a la presidencia del demócrata Barack Obama (2009-2017), quien contrató a varios asesores de origen indio.
Aunque Ramaswamy tiene pocas posibilidades de ganar las elecciones presidenciales, su candidatura marca un punto de inflexión debido a la forma en que habla abiertamente sobre su religión.
Cuando se le preguntó durante un debate en el estado de Iowa sobre sus creencias, Ramaswamy respondió: "Soy hindú. No voy a ocultar mi identidad".
Al igual que los cristianos conservadores, Ramaswamy, conocido por su estilo provocativo inspirado en Trump para denunciar el "wokismo", la corriente del pensamiento de corrección política de la izquierda estadounidense, se opone al matrimonio homosexual.
Y no dudó en explicar a los votantes de Iowa, estado agrícola donde el lunes se abre la sucesión de actos de las primarias republicanas, que era vegetariano por motivos religiosos, algo que desde filas de Trump le valió calificativo de "impostor" con exhortos a los electores a no fiarse de su candidatura.
De su lado, Haley, nacida en Carolina del Sur como Nimarata Nikki Randhawa, ha evocado su conversión al cristianismo y tomar el apellido de su marido.
Maina Chawla Singh, experta en política de los indios americanos de la American University, cree que están descubriendo cómo exhibir y presentar su identidad.
A pesar de la visibilidad de Ramaswamy y Nikki Haley, la comunidad indio-americana vota principalmente a los demócratas.