Ochenta años después de la Segunda Guerra Mundial, Países Bajos abrirá su primer museo del Holocausto con la esperanza de crear conciencia en momentos que la guerra en Gaza provoca un aumento del antisemitismo.
Uniformes a rayas de Auschwitz, botones tomados de la ropa arrancada al llegar al campo de la muerte de Sobibor, emotivas cartas y fotos: el museo exhibe 2.500 objetos, muchos de ellos nunca antes vistos por el público.
- Antes de la guerra y la ocupación nazi, Países Bajos albergaba una vibrante comunidad judía de unas 140.000 personas, principalmente en Ámsterdam.
Pero para cuando terminó el Holocausto, 75% de ellas -102.000 personas- habían sido asesinadas.
El edificio donde se ubica el museo, un antiguo jardín infantil en el histórico barrio judío de Ámsterdam, tuvo un papel crucial en la historia neerlandesa del Holocausto.
Al frente se encuentra un teatro donde las familias judías eran llevadas a esperar la deportación a los campos de la muerte. Los niños eran separados y llevados al jardín infantil para su deportación.
- Unos 600 niños fueron sacados ocultos, a menudo en cajas o cestas bajo las narices de los guardas nazis, y llevados a sitios seguros por la resistencia neerlandesa.
Los visitantes pueden caminar por el "corredor de escape", por donde sacaban a los niños, que en su mayoría nunca volvieron a ver a su familia o amigos.
Fotos de niños que no tuvieron la misma suerte adornan los muros, todos muertos en los campos de exterminio.
"En unos centenares de metros cuadrados del centro de Ámsterdam tienes la historia de la deportación, la colaboración, la parte oscura de la historia",
comentó a AFP la curadora Annemiek Gringold.
"Y del otro lado, tienes un edificio que representa a la humanidad, la solidaridad y el tremendo coraje de los rescatistas gentiles que se arriesgaron para salvar vidas judías", agregó.
En los muros del museo colgaron textos de las leyes antijudías que impusieron los nazis, incluyendo un requerimiento de 1942 para llevar una Estrella de David amarilla.
Las leyes relatan una historia brutal de persecución, en que los judíos tenían prohibido ir a los parques y se ofrecían recompensas por "denunciar" judíos a las autoridades.
Para darle un rostro a algunos de los miles de judíos asesinados, el museo presenta el retrato de algunas víctimas con un breve texto sobre sus vidas.
"Contamos la historia de la humillación extrema y dignificamos a las víctimas al presentar sus objetos de manera muy especial", indicó Gringold.
- Exclusión -
El museo será inaugurado el domingo por el rey Guillermo Alejandro, y su apertura se da en momentos de creciente antisemitismo en Países Bajos.
El número de incidentes antisemitas se duplicó en 2023, informó en febrero el coordinador gubernamental contra el antisemitismo.
En un caso, vándalos pintaron esvásticas en una sinagoga de la localidad sureña de Middelburg.
Ámsterdam destinó 900.000 euros (976.000 dólares) a la seguridad del museo, que tiene grandes rocas al frente para impedir una arremetida con coche.
La asociación Barrio Cultural Judío Neerlandés, que administra el museo, dijo que estar "seriamente preocupada" con el impacto de la guerra en Gaza sobre Países Bajos, donde dijo que ha habido un repunte del antisemitismo, la islamofobia y la polarización.
"Es lamentable que la apertura del Museo Nacional del Holocausto coincida con esta guerra. Hace que nuestra misión sea más urgente"
Según Gringold, el museo exhibe varias advertencias aplicables a la actualidad, algunas sobre la propaganda, el nacionalismo y el debilitamiento del imperio de la ley.
"Creo que cada pueblo necesita conocer su historia, estar consciente de lo que los seres humanos son capaces de hacer a otros y con otros", afirmó.
Roosje Steenhart-Drukker, una sobreviviente del Holocausto de 82 años, aportó los zapatos que usaba a los dos años de edad cuando sus padres judíos la dejaron, con la esperanza de que fuera encontrada.
"Estoy sumamente feliz de que nuestra historia no se haya perdido después de tanta tragedia, tanta tristeza", declaró a AFP.
"Pero aquí seguimos".