Guadalajara, Jalisco.
Las familias de menos recursos llegan a destinar hasta el 100% de sus ingresos en el pago de tarjetas de crédito durante la emergencia sanitaria.
Los más vulnerables han hecho más uso del crédito al consumo y eso se refleja también en el pago de tarjetas: las personas que tienen sueldos menores a los 10 mil pesos destinan la totalidad de sus ingresos al pago de créditos y quienes tienen salarios de 10 mil a 20 mil pesos al mes pagan de deuda, 60 centavos de cada peso que ganan, advirtió la académica de la Universidad Panamericana (UP), Nora Ampudia.
“Deudas que tienen con la banca múltiple, con el Infonavit, con entidades no reguladas y entidades reguladas. En este caso la principal fuente de financiamiento es la tarjeta de crédito y podemos ver una caída en la cartera vigente del consumo de la banca comercial en tarjeta de crédito, créditos personales que ya tienen variaciones negativas y menos dinamismo en los créditos de nómina y créditos automotrices”.
La desaceleración económica por la propagación del Covid-19 ocasionó paros técnicos en las empresas, recorte de personal, disminución de salarios y prestaciones, por lo que las familias enfrentan problemas de liquidez y solvencia, expuso la profesora investigadora.
“Lo más afectados siempre son los autoempleados o las microempresas que tienen afectación directa y nos daremos cuenta que las tarjetas de crédito son las que más usan para financiarse los no asalariados y lo usan para financiar necesidades básicas”.
La caída de los ingresos de las familias se ha reflejado también en el índice de morosidad, el cual va en aumento: en el crédito al consumo alcanzó el 7%, en vivienda el 6% y en empresas el 6.48%.
La académica de la Universidad Panamericana advirtió que en caso de continuar esa tendencia hasta los bancos entrarán en crisis.