Olimpia Coral, la mexicana que lidera la lucha contra la violencia digital
Fotografía: EFE/ Olimpia Coral




Ciudad de México, México.

Para que "las niñas y las mujeres estén seguras también en Internet" es para lo que trabaja la mexicana Olimpia Coral Melo, cuyo caso de violencia sexual digital inspiró la ley que lleva su nombre y que sanciona hasta con seis años de cárcel la difusión no consentida de imágenes de contenido sexual e íntimo.

La activista feminista cuenta en entrevista que la lucha que lidera contra este tipo de violencia nació tras la difusión sin consentimiento de un vídeo sexual suyo por parte de un exnovio. Cuando quiso presentar la denuncia, le dijeron que ese delito no existía en México.

Desde 2021, un conjunto de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal de México llevan su nombre y ha inspirado leyes similares que se han analizado en Argentina, Honduras y Ecuador.

"Después de un tiempo considerable de sentirme mal y culpable, además en un momento en el que no se reconocía como violencia, fue mi familia la que me hizo ver que no era algo malo. Después conocí a más mujeres que como yo habían sido víctimas de esto y comenzamos una lucha para primero, que se reconociera que era violencia y, segundo, que se le diera un tipo penal", explica.

Según un estudio publicado en México en diciembre pasado,

95 de cada 100 víctimas de violencia digital son mujeres y 8 de cada 10 personas agresoras (identificadas) son hombres "y personas cercanas a esas mujeres", agrega.

Reconocida por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes en 2021 gracias a su trabajo, Olimpia Coral Melo va ahora tras el pronunciamiento y la condena internacional de la violencia sexual digital. Coral quiere que en el mundo entero se reconozca que las agresiones virtuales traspasan las pantallas hacia la vida real.

"Aunque sea virtual es real. Cuando eres sobreviviente de esta violencia sexual, de la difusión o producción no consentida de material íntimo, sientes que fuiste violada sin ser penetrada. Una siente que violan su cuerpo con cada "like", con cada "compartir", con cada "me divierte", con cada comentario, con cada interacción".

"Y lo peor es que no solo viola quien publicó el vídeo sexual o quien publicó la fotografía, violamos todos y todas cuando interactuamos en esta violencia comunitaria que se da a través de Internet", agrega.