Nicaragua impide ingreso de defensores de derechos humanos invitados por CIDH




Managua, Nicaragua.

Autoridades migratorias de Nicaragua negaron este viernes la entrada al país a una comitiva del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), una organización defensora de los derechos humanos, denunció el grupo.

Activistas del Cejil llegaron la mañana del viernes al aeropuerto internacional de Managua, invitados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero no se les permitió ingresar y debieron abandonar el país, dijo la entidad en Twitter.

"Aunque contábamos con una invitación formal de la CIDH, las autoridades migratorias nos negaron el ingreso. Esta acción demuestra una vez más las arbitrariedades del gobierno y su falta de compromiso con los derechos humanos y la democracia", lamentó el Cejil.

La acción de las autoridades fue repudiada por organizaciones de derechos humanos en Nicaragua, que denunciaron el acoso del gobierno del presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo contra los defensores de derechos humanos.

"El régimen Ortega-Murillo obstaculiza una vez más la labor de los defensores de derechos humanos al negar el ingreso del equipo de Cejil a Nicargua", publicó en Twitter el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, explicó que habían invitado al Cejil a participar en una reunión en Managua.

La Comisión tiene instalados en Nicaragua, con el aval del gobierno, dos grupos de trabajo para dar seguimiento a la grave situación de derechos humanos que vive el país desde que iniciaron hace seis meses las protestas contra Ortega.

Se trata del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), que desde junio monitorea las recomendaciones hechas por la CIDH para superar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante las protestas antigubernamentales, y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), instalado en julio para apoyar las investigaciones sobre la violencia ocurrida en el mismo marco.

La represión a las protestas dejó más de 320 muertos, 2 mil heridos y cientos de detenidos en Nicaragua, según grupos humanitarios.