Tel Aviv, Israel.
Miles de israelíes se manifestaron en Tel Aviv gritando consignas como "¡Elecciones ahora!" y "¡Que vuelvan los rehenes!" para pedir la destitución del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y expresar el dolor de un país "roto" por el trauma del 7 de octubre.
La multitud agitó pancartas con los rostros de los israelíes capturados por Hamás durante el ataque del 7 de octubre. Muchos carteles pedían también el regreso a casa de los rehenes.
El ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre dejó cerca de 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos israelíes.
Durante el asalto, los combatientes islamistas capturaron también a 250 personas. Las autoridades israelíes estiman que unas 130 siguen retenidas en Gaza, de las cuales 31 habrían muerto.
En respuesta al ataque, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y lanzó una ofensiva que ya ha matado a 30.960 personas en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el movimiento islamista, que gobierna el estrecho territorio palestino desde 2007.
"Somos un país roto", afirmó Ora, una psicóloga de unos 60 años que no quiso dar su apellido, durante la manifestación.
Alva, un antiguo soldado que se dedica a vender equipos médicos opinó que
"Netanyahu y su gobierno están destruyendo al país".
Un sentimiento compartido por todos los entrevistados, que aseguran sentir un "abismo" entre el pueblo y el gobierno."Este gobierno no puede permanecer en el poder después de lo que pasó el 7 de octubre", sostuvo Shahi Gil, un piloto de 50 años.
"No tienen la confianza del pueblo, sus motivaciones se guían por la voluntad de quedarse en el poder, no por lo que es bueno para el país", añadió.
En la protesta participaron muchos abuelos, preocupados por el futuro de sus nietos.
"No tenemos futuro con ese gobierno y ese primer ministro. Es corrupto, brutal, violento", dijo Mira Smoli, de 64 años.
"Necesitamos paz, necesitamos tranquilidad"
Netanyahu, acusado de fraude y corrupción, deberá comparecer ante la justicia cuando deje el poder, recordaron muchos de los presentes.
"¡Elecciones! ¡Ahora! ¡Ahora", "¡Vergüenza! ¡Vergüenza! ¡Vergüenza al gobierno!", coreó la multitud durante la protesta, que terminó con algunas tensiones con la policía.
"Bibi [el apodo por el que se conoce a Netanyahu] no tiene interés por los judíos o por los árabes, sólo está interesado por sí mismo", gritó una mujer desde una tribuna.
La guerra en Gaza, sin embargo, genera diversas opiniones. Algunos se muestran a favor de un alto el fuego inmediato para que se libere a los rehenes. Otros, como Shahi Gil, creen que hay que ir más allá.
"Tenemos que encontrar una solución con los palestinos, no con Hamás sino con los que están a favor de la paz o al menos de una coexistencia", dijo.
"No tenemos opción", añadió Israel Alva. "No hay que empezar una guerra si no hay proyecto político detrás", reflexionó.
"Lo que pasa en Gaza me parte el corazón", declaró Ora, la psicóloga. Tras un silencio, afirmó que una tregua era necesaria.
- Daniel Goldrich, un músico de 23 años, opina que es "difícil" pronunciarse. "Queremos que regresen los rehenes y después necesitamos paz, necesitamos tranquilidad", dijo.