Miles de israelíes marchan en Jerusalén para celebrar la reunificación




Jerusalén, Israel

Decenas de miles de adolescentes israelíes celebraron hoy el "Baile de las banderas", que conmemora lo que consideran la reunificación de Jerusalén con la Guerra los Seis Días de 1967, marchando por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja.

"Hoy celebramos que hemos vuelto a Jerusalén, queríamos hacerlo desde hacía 2000 años y lo hicimos. Lo que los profetas nos prometían, ha sucedido", dijo a Efe Roni Holtzman, un nacionalista religioso que acudió a la marcha con su esposa y cinco hijos.

La mayoría de las decenas de miles de manifestantes eran adolescentes, también nacionalistas religiosos de derechas que estudian en las "yeshivas" (centros de estudio de la Torá -Pentateuco-) de Jerusalén y el territorio palestino ocupado de Cisjordania, y que se reunieron en la puerta de Yafa, en la parte este de la ciudad, y marcharon hacia la Puerta de Damasco (Shjem en hebreo y Bab el Amud en árabe) cantando y bailando.

Los chicos, que eran mayoría, caminaban por un lado de la calle, y las chicas lo hacían por el otro, separados, como mandan los preceptos religiosos.

Los grupos de jóvenes entonaban cánticos nacionalistas como "Am Israel Jai" (El pueblo de Israel vive) o el simbólico rezo "Be shaná ha baa be Yerushalaim" (el año que viene en Jerusalén) y bailaban en círculo antes de adentrarse en las callejuelas rumbo al Muro de las Lamentaciones, vestigio del lugar más sagrado del judaísmo.

Medios locales informaron de incidentes entre judíos y palestinos al comienzo de la marcha en la Puerta de Damasco, que acabaron con el arresto de algunos palestinos y seis judíos por cantar canciones que la Policía consideró que incitaban a la violencia.

Esta jornada de celebración para los judíos marca para los palestinos el inicio de la ocupación israelí de sus territorios que comenzó en 1967 y persiste a día de hoy.

Tras la ocupación, Israel se anexionó la parte oriental de la ciudad en 1980 pese al rechazo de la comunidad internacional.

Apostado en su puesto de panes de pita, Rahda dijo a Efe, mientras miraba pasar frente a su puesto gritando y cantando a miles de personas, que ese día no le provoca ningún sentimiento en particular: "Para mí no significa nada, para ellos significa algo".

Sin embargo otro vecino del barrio, Alah, incidió en que para él aquello era una provocación: "Contra la gente que vive aquí en la Ciudad Vieja, cristianos o musulmanes, no importa, ninguno podemos movernos".

"Los niños sufren por el ruido, si salen a la calle a lo mejor hay algún incidente con los policías o soldados y yo hoy estoy aquí para evitar cualquier tipo de violencia", agregó.

La mayoría de los comercios del barrio musulmán se mantuvieron abiertos, aunque en años precedentes la Policía les pedía cerrar las tiendas para evitar incidentes.

El Día de Jerusalén se festeja desde 1968 el 28 de Iyar del calendario hebreo, fecha que varía cada año en el gregoriano, cayendo este año precisamente un día antes del traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén.

Algunos de los participantes llevaban o estaban ataviados con banderas de Estados Unidos, como muestra de agradecimiento al presidente de EE.UU., Donald Trump, por su reconocimiento de Jerusalén como capital israelí, y también se veían autobuses con la inscripción: "Trump es un amigo de Sión".