Ciudad de México, México.
Unas decenas de personas que manifestaban por la tragedia de Ayotzinapa derribaron este miércoles con una camioneta una de las puertas del Palacio Nacional durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien denunció un "plan de provocación".
En imágenes difundidas por la cadena Milenio se observa como el vehículo impacta contra uno de los tres accesos, por el que luego entraron un puñado de encapuchados y aparentemente algunos familiares de los 43 estudiantes de la escuela de Ayotzinapa desaparecidos en 2014.
"Es un movimiento en contra de nosotros (...) es un plan de provocación clarísimo", dijo López Obrador al ser interrogado por periodistas sobre lo que estaba sucediendo al exterior del recinto.
"Quisieran que respondiéramos de manera violenta, no lo vamos a hacer, no somos represores (...). Se va a arreglar la puerta y no hay problema", añadió el presidente poco antes de concluir su conferencia.
Las puertas del Palacio Nacional, construido durante la colonia, habían sido blanco de los manifestantes en otras protestas, pero esta es la primera vez en años recientes que logran su objetivo.
Los familiares de los desaparecidos, acompañados de su abogado, activistas, estudiantes y simpatizantes han realizado distintas movilizaciones en Ciudad de México.
Han mantenido además un plantón en Zócalo (plaza central) justo enfrente de Palacio Nacional para exigir sean recibidos por López Obrador.
"Los va a atender el subsecretario" de Gobernación (Interior), dijo el mandatario al denunciar que los abogados y activistas que acompañan a los padres "buscan fines políticos".
- Los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa desaparecieron entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero (sur), uno de los más violentos del país debido a enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico.
La primera versión oficial del gobierno anterior (2012-2018) apuntaba a que los estudiantes fueron detenidos por policías de Iguala en colusión con el cártel Guerreros Unidos, quien los habría asesinado para luego desaparecer sus cuerpos.
López Obrador se ha comprometido a revisar en profundidad las investigaciones y a encontrar a los jóvenes.