Caracas, Venezuela.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió este lunes que hará respetar su legitimidad frente a los gobiernos que desconocen el mandato que iniciará el próximo jueves.
"El que no reconozca la legitimidad de las instituciones venezolanas le daremos su respuesta recíproca y oportuna, actuaremos con mucha firmeza", dijo Maduro a periodistas que lo interrogaron sobre una declaración del jefe del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.
"Venezuela tiene que ser respetada y ejerceremos nuestras facultades políticas y diplomáticas para hacerla respetar", añadió en el palacio de Miraflores.
Más temprano, Tajani reiteró en Twitter que la Eurocámara no reconoce al "régimen" de Maduro, reelegido el pasado 20 de mayo en comicios boicoteados por la oposición, que los denunció como un "fraude".
"En el Parlamento Europeo estamos con los venezolanos, humillados cada día por la dictadura con opresión, pobreza y hambre. Venezuela debe recuperar la libertad y la democracia con elecciones limpias", afirmó el diputado.
El mandatario acusó a Tajani de declarar "como si él fuera el virrey de América" y descargó contra el Grupo de Lima, que, con la excepción de México, lo instó el pasado viernes a no asumir un nuevo gobierno y transferir el poder al Legislativo, de mayoría opositora.
"Es la mentalidad imperialista que tienen el cartel de Lima y estos funcionarillos del Parlamento Europeo (...) creen que tenemos que someternos y arrodillarnos", subrayó Maduro.
El Grupo de Lima, creado en 2017 -año de protestas contra Maduro que dejaron unos 125 muertos en Venezuela-, está integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.
"El que quiera estrechar nuestras manos, la estrechamos y nos respetamos; el que quiera pelea pelearemos por la defensa de los intereses de los venezolanos", subrayó Maduro.
Gobernada por el mandatario socialista, Venezuela cayó en la peor crisis económica de su historia reciente, lo que forzó el éxodo de 2,3 millones de personas desde 2015, según Naciones Unidas.