Carca, Venezuela.
Los racionamientos eléctricos vuelven a tocar la puerta de los venezolanos, con cortes programados en cinco estados que el gobierno justifica por el descenso de los embalses, pero cuyo trasfondo es el deterioro de la infraestructura.
Desde este jueves los habitantes de Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas y Portuguesa quedarán sin servicio cuatro horas diarias, anunció en Twitter la estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
La medida obedece a la "disminución de los niveles de agua en las represas del suroccidente", añadió.
En los últimos días han sido constantes los apagones en esas regiones, lo que según denuncias ha provocado muertes de pacientes en hospitales de Táchira y protestas en Mérida y Trujillo.
Tras un recorrido el miércoles por los principales embalses de Táchira y Mérida, el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, aseguró que la capacidad de generación disminuyó por los bajos niveles de agua.
"De los 1.100 megavatios que deberíamos estar generando, solo estamos generando 150. Esa es la razón (...) de estas interrupciones impredecibles del servicio", sostuvo.
Durante la inspección, el ministro de Ecosocialismo y Aguas, Ramón Velásquez, aseguró que las lluvias en la zona han estado "por debajo del promedio" desde octubre pasado.
Una prolongada sequía en 2016 obligó a aplicar un racionamiento en casi todo el país durante cinco meses, al punto que la jornada laboral del sector público se redujo a dos días.
Los apagones son frecuentes en Venezuela. El gobierno asegura que ocurren por sabotajes de la oposición, pero ésta denuncia falta de mantenimiento y corrupción.
El presidente Nicolás Maduro ordenó el 24 de febrero a la Fuerza Armada activar un plan contra la "guerra al sistema eléctrico", dos días después de un apagón en amplias zonas del oeste.
Varios sectores de Caracas y siete estados se quedaron sin energía el 2 y 6 de febrero.