Los palestinos se manifiestan de nuevo por Jerusalén




Jérusalem, Indefinido.

Miles de palestinos se manifestaron nuevamente este viernes contra el reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital de Israel, una decisión que diez días después de su anuncio por el presidente Donald Trump no había desatado la tan temida espiral de violencia.

Unos 3.000 palestinos desfilaron en Hebrón, polvorín en el sur de la Cisjordania ocupada, antes de que algunos de ellos comenzasen a lanzar piedas contra los soldados israelíes que respondieron con gases lacrimógenos, constató un corresponsal de la AFP.

También en Belén, en Cisjordania, se señalaron los primeros enfrentamientos, así como en la Ciudad Vieja de Jerusalén tras la gran oración semanal en la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam.

La decisión de Trump, anunciada el 6 de diciembre, de romper con décadas de diplomacia estadounidense e internacional provocó manifestaciones y choques diarios en los territorios palestinos. Cuatro palestinos murieron, cientos resultados heridos y decenas fueron detenidos por las fuerzas israelíes.

Decenas de miles de musulmanes en todo el mundo quemaron banderas estadounidenses e israelíes y pisotearon retratos de Donald Trump.

Sin embargo, la protesta no tomó de momento las proporciones temidas después que la comunidad internacional se alarmase por el riesgo de una reacción en cadena incontrolable y que el movimiento islamista palestino Hamas predijera el "infierno" para los intereses estadounidenses.

Este segundo viernes tras la conmoción creada por Trump se anunciaba como un nuevo barómetro de la ira palestina: en los periodos de tensión, la salida de la gran oración semanal sirve tradicionalmente de válvula de escape en Jerusalén, Cisjordania y la franja de Gaza.

- Sublevación -

Hamas, que tras el anuncio de Trump había llamado a una "nueva intifada", pidió el jueves que cada viernes sea un "día de la ira".

Los palestinos deberían volver a lanzar piedras contra la barrera de cemento y metal que cierra herméticamente las fronteras israelíes de Gaza, territorio gobernado por Hamas.

En Cisjordania, separada de la franja de Gaza por el territorio israelí y destinada un día a formar con ella un estado palestino independiente, pero hoy bajo ocupación israelí, jóvenes palestinos se enfrentaron cada día a pedradas con los soldados que respondieron con balas reales o pelotas de goma.

Sin embargo, la protesta superó rara vez unos cientos de manifestantes en cada lugar.

Para los palestinos, el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel niega la identidad árabe de Jerusalén Este, anexionada y ocupada por Israel, y socava sus aspiraciones a establecer allí un día la capital de su futuro estado.