Roma, Italia.
¿Vainilla y chocolate, pistacho y avellana? Los italianos han celebrado el fin del encierro por el coronavirus con uno de sus productos más populares, símbolo de la gastronomía nacional, los helados artesanales.
"Después de pasar tanto tiempo encerrados en casa, muchos italianos han optado por disfrutar del helado, incluso a la hora del almuerzo", indicó Coldiretti, la asociación nacional de pequeños agricultores, en un comunicado.
Las 39 mil heladerías, que emplean a unas 150 mil personas, con ventas anuales por 2 mil 800 millones de euros (3 mil 100 millones de dólares), se "salvaron" gracias al deseo de la gente de salir al aire libre después de casi tres meses de confinamiento obligatorio.
El sector se pudo "recuperar decididamente" tras el cierre que paralizó económicamente al país, aseguraron los productores.
El fin de semana pasado se consumieron casi 240 toneladas de helado en Roma y la costa de la región Lacio, sin contar los conos disfrutados en otras ciudades y centros turísticos gracias al clima cálido que reina en toda la península.
Según cálculos de Coldiretti, el 94 por ciento de los italianos consume helado, y siete de cada diez prefiere el cono.
El término "gelato", que deriva del latín gelatus (“congelado”), define a un producto artesanal propio de la gastronomía italiana, muy diferente a los helados comunes o industrializados que se fabrican en otros países.
Para los italianos, el gelato posee características propias, respeta una receta tradicional que suele pasar de generación en generación y desde el Renacimiento las familias nobles se aficionaron a ese producto creado a base de leche, nata y huevos.