Guadalajara, Jalisco.
A 30 años de una de las mayores tragedias que cimbró a Guadalajara: las explosiones del 22 de abril, los sobrevivientes y lesionados recuerdan esa mañana sombría de Pascua, pero sobre todo exhiben las negligencias de los gobiernos estatales a lo largo de este tiempo, que les dificultan el acceso a los apoyos, y la falta de justicia para sus deudos. Al día de hoy, consideran que están frente a la peor y la más insensible administración estatal.
Isabel Covarrubias es una de estas sobrevivientes. Ella tenía 36 años aquel día que recuerda cuando las paredes de pronto se desplomaron.
"Ese momento yo lo recuerdo porque yo salí a trabajar y me tocó a la mitad de la casa, era casa antigua que tenía cancel y corredor. Entonces cuando yo empecé a sentir que se movía el piso, yo pensé que era un temblor [...] Como pude yo salí de ahí para ayudarle a mi mamá porque mi mamá estaba toda tapada de tierra, toda… y el cancel me libró mucho pero aún así me lastimé mucho la columna y todo.
A mí me llevaron al otro hospital donde se me hizo una operación de hombro y de ahí pues he sufrido bastante porque tengo hernia discal, hernia cervical y ahora lo de la prótesis y todo, y ahora más porque casi no nos hacen caso, yo ya tengo 7 años pidiendo una prótesis de cadera".
A pesar de que Isabel ha esperado durante siete años una cirugía y una prótesis, la respuesta por parte del hospital de Zoquipan ha sido que no hay recursos ni siquiera para un cojín para ella. No obstante, Isabel reconoce que seguirán luchando.
"Aquí tenemos que seguir luchando porque digamos nosotros somos lesionados, somos sobrevivientes de una tragedia que fue provocada porque ya se conocía la magnitud de esa tragedia, no fue una tragedia de la naturaleza; un temblor pues ni modo, pero aquí hay culpables, que no se sepa o que no quieran decirlo nombres es muy distinto, que hay culpables que yo creo que tienen la obligación de seguirnos ayudando".
Lo más importante para ella, es que este gobierno en turno los voltee a ver, que sean atendidas sus necesidades médicas y que el fideicomiso de apoyo a los sobrevivientes no les sea retirado.