Las elecciones brasileñas inician una nueva etapa con la inhabilitación del expresidente Lula




Río de Janeiro, Brasil.

La campaña electoral brasileña inició hoy una nueva etapa tras la decisión del Tribunal Superior Electoral de invalidar la candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien lidera ampliamente todos los sondeos divulgados hasta ahora a pesar de estar preso.

Una ley promulgada por el propio exmandatario en 2010 es la que impide ahora a Lula volver a la presidencia: la llamada Ficha Limpia, que impide que cualquier persona que haya sido condenada en segunda instancia pueda presentarse a un cargo público electo.

En una larga sesión de más de nueve horas que acabó de madrugada, el Tribunal Superior Electoral (TSE) decidió anular la candidatura de Lula, por seis votos a uno, acabando así con una de las grandes incógnitas en estas elecciones: la presencia o no de Lula.

El que fuera expresidente de Brasil entre 2003 y 2010 fue condenado el año pasado por el juez federal Sergio Moro, responsable en primera instancia del caso Petrobras, a nueve años y medio de prisión, acusado de haber recibido un apartamento de la constructora OAS en Guarujá (litoral del estado de Sao Paulo, sureste de Brasil) a cambio de ayudar la empresa en contratos con la petrolera estatal.

Lula, que niega todas las acusaciones, presentó un recurso, que fue juzgado en enero de este año por el tribunal de apelaciones. Los magistrados de la segunda instancia no solamente rechazaron el recurso de Lula, sino que también aumentaron la condena, a doce años y un mes de prisión.

Tras agotar los recursos posibles, Lula empezó a cumplir condena el 7 de abril, después de que Moro decretara dos días antes su ingreso a prisión. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) se entregó a la Policía Federal y se convertía así en el primer presidente de la historia de Brasil en ser preso tras una condena penal.

Desde entonces, la defensa de Lula ha presentado varios recursos para lograr la libertad de su cliente, aunque todos fueron rechazados. Pese a ello, el PT insistió en que Lula era su única opción para la presidencia y oficializó su candidatura, que fue registrada el 15 de agosto, el último día de plazo, en la sede del TSE.

Tras ser registrada, la candidatura de Lula recibió 16 impugnaciones en base a la Ficha Limpia. Ante el inicio de la campaña electoral en televisión y radio, a partir de este sábado, el TSE convocó este viernes una sesión extraordinaria para decidir si Lula podría salir en la campaña electoral, y aprovechó para juzgar finalmente la candidatura del exmandatario.

La inhabilitación de Lula, aunque fuera esperada, supone un antes y un después en esta campaña electoral, ya que el exmandatario lidera cómodamente todos los sondeos de intención de voto, con entre el 27 y el 39% de los sufragios, superando a su principal rival, el ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), que lograría entre el 16 y el 19%.

Sin Lula en la contienda, el panorama cambia considerablemente, porque Bolsonaro pasa a ser el candidato más votado, con cerca del 20% de los sufragios, superando en cuatro o cinco puntos la exministra Marina Silva (Rede) y el exministro laborista Ciro Gomes, que lograría el 10%.

El TSE también le dio diez días al PT para que sustituya a Lula. La formación de izquierdas ya anunció que el candidato será el vicepresidente en la candidatura de Lula, el exministro y exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.

Las encuestas le dan a Haddad un 4% de los votos, aunque falta por ver cuantos supuestos electores de Lula votarán al exalcalde de Sao Paulo. Según un sondeo de la firma Datafolha, Haddad tiene potencial para llegar al 24% de los votos, lo que le daría muchas opciones de ir a la segunda vuelta.

La gran tarea que tendrán ahora el PT y Haddad es dar a conocer a su candidato: entre los electores de Lula, el 48% admitió que no conoce Haddad y el 26% que "escucharon su nombre". La gran esperanza es que el 62% de los votantes del PT dijeron que "con seguridad" votarán al candidato que designe Lula.

Ello podría suponerle millones de votos en la empobrecida región del noreste, donde Haddad es un auténtico desconocido y Lula es el político más famoso, algo que ahora el PT intentará aprovechar para no perder votos.

Con Haddad como candidato, su vicepresidenta sería la líder del Partido Comunista Manuela D' Ávila, según un acuerdo al que llegaron las dos formaciones.

El PT emitió una nota en la que asegura que "presentará todos los recursos a los tribunales para que sean reconocidos los derechos políticos de Lula, previstos en la ley y en los tratados internacionales ratificados por Brasil".

La decisión del TSE calienta el ya polarizado ambiente electoral brasileño, para unas elecciones cuya primera vuelta está prevista para el 7 de octubre y la segunda, que sin Lula es más que probable, para el 27 del mismo mes.