Madrid, España.
¿Quién organiza la marcha disidente del 15 de noviembre en Cuba? ¿Qué buscan? ¿Qué dice el Gobierno cubano de esta protesta? ¿Qué papel juegan la pandemia, internet, el exilio y EE.UU.? Estas son las claves para entender un momento fundamental en la isla.
Archipiélago
Fundada a raíz de las históricas protestas del 11 de julio, es la comunidad online que convocó la Jornada Cívica por el Cambio del 15 de noviembre para reclamar la democratización de Cuba y la liberación de los presos políticos. Solicitó permiso a las autoridades para llevar a cabo la marcha en varias ciudades. Se lo denegaron, pero aun así mantuvieron la convocatoria.
Yunior García Aguilera
Progresista pero sin vocación de dirigente político, este dramaturgo de 39 años es el rostro más visible de Archipiélago. El Gobierno cubano lo considera un "mercenario" a sueldo de EE.UU., pese a que él niega cualquier vínculo con Washington. García Aguilera también prometió marchar en solitario este domingo, en la víspera del 15N, y aseguró que las autoridades le han amenazado con encarcelarlo si lo intenta.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel
Hasta el momento se ha limitado a acusar a los organizadores de estar a sueldo de EE.UU. y su "estrategia imperial". Queda por ver si optará por mantener la línea dura de las protestas del 11 de julio, cuando dijo "la orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios", o si esta vez suavizará el tono.
El Departamento de Seguridad del Estado (DSE), órgano de inteligencia y contrainteligencia de Cuba
En los últimos días ha multiplicado las citaciones e interrogatorios a ciudadanos críticos para disuadirlos de unirse a la marcha. Recientemente destapó a uno de sus espías, el llamado "agente Fernando", un médico que vigiló durante dos décadas a opositores, incluso en viajes al extranjero.
Las fuerzas de seguridad
La presencial policial se ha incrementado notablemente en los últimos días en las zonas más sensibles. El pasado 11 de julio hubo quejas de violencia policial y se observaron imágenes de agresiones a manifestantes y periodistas. Las protestas en todo el país se saldaron con un solo muerto.
Los jóvenes
Cada vez son más los jóvenes cubanos que expresan públicamente (principalmente en las redes) su disconformidad con el sistema actual, pero solo una minoría esta dispuesta a salir a la calle por miedo a represalias.
El color blanco
Los convocantes han pedido a quienes no se sumen que utilicen el color blanco como símbolo de protesta. Desde salir a la calle vestido de blanco hasta colgar una sábana blanca en la ventana. Los grupos progubernamentales, por su parte, han animado a evitar este color.
La reapertura
El 15 de noviembre Cuba reabre sus puertas al turismo internacional, una "fiesta" según las autoridades, que no quieren empañar la puesta en marcha de su segunda mayor actividad económica con la protesta.
Internet
En las redes sociales la pugna entre partidarios y detractores del Gobierno cubano se han intensificado en los últimos días, reflejo de la intensa polarización política. En las protestas del 11 de julio, que se propagaron con ayuda de las redes sociales, internet falló durante días en gran parte del país.
Miseria y escasez
El descontento social se ha visto azuzado en el último año por el impacto sobre la ya atribulada economía cubana del impacto de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y la mala gestión macroeconómica. Los cubanos sufren desde hace meses una gran escasez, que afecta incluso a los alimentos, las medicinas y la ropa.
El exilio
Los cubanos en el extranjero, en su mayoría contrarios al sistema político de la isla, están elevando cada vez más su voz. Especialmente ahora que deben hacer un esfuerzo extra para alimentarlos, vestirlos y conectarlos a internet con sus divisas. Cientos de miles de cubanos emigrado están llamados a salir a las calles desde este domingo y el lunes en más de un centenar de ciudades de todo el mundo.
Estados Unidos
Según el Gobierno cubano, Estados Unidos es el verdadero promotor de la marcha del 15 de noviembre, porque Washington sigue buscando un cambio de régimen en la isla. Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha amenazado con más sanciones a Cuba si se violan derechos humanos y las libertades fundamentales de los manifestantes.