Sídney, Australia.
La ONU exhortó este jueves al gobierno australiano a evitar una situación de "emergencia humanitaria" en un campo de detención de refugiados instalado por Australia en Papúa Nueva Guinea.
El centro ubicado en la isla de Manus, en el Pacífico, para detener a los refugiados mientras se estudia su solicitud de asilo, fue cerrado el martes pasado tras ser declarado contrario a la constitución por la Suprema Corte de Papúa Nueva Guinea.
Sin embargo, 600 hombres se atrincheraron a pesar de que las autoridades cortaron los suministros de agua y electricidad y los víveres comienzan a escasear.
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Los migrantes, invitados a dirigirse a centros de "transición", se niegan porque temen por su seguridad.
Los defensores de los refugiados dan cuenta de la hostilidad de los habitantes a su presencia.
"La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reitera su llamamiento a impedir que una situación de emergencia humanitaria se desarrolle en la isla de Manus", indicó un comunicado.
La situación "es cada vez más tensa e inestable", señaló el organismo, explicando que no había una capacidad suficiente para acoger a la totalidad de los migrantes ya que uno de los centros de "transición" no estaba listo.
En el campo, los migrantes "excavan el suelo para tratar de encontrar agua", declaró un iraní, Behrouz Boochani, en su cuenta Twitter.
"Los días pasan sin agua ni electricidad y creo que la tensión va a agravarse", dijo a la AFP Lam Nai Jit, representante del ACNUR.
"La población local no ha sido preparada" para esta situación, dijo. "Eso crea un entorno de alto riesgo para las dos partes", agregó.
- Russell Crowe interviene -
El actor Russel Crowe, nacido en Nueva Zelanda pero muy vinculado a Australia, intervino en el debate, lamentando una situación "deplorable".
"Creo que podría alojar seis personas y encontrarles un empleo. Estoy seguro de que muchos australianos podrían hacer los mismo", declaró Crowe.
Los refugiados temen ser desalojados por la fuerza del campo controlado desde el miércoles por la Marina de Papúa Nueva Guinea.
Sin embargo, el comandante de la base naval Begsy Karaki negó en el diario Post-Courier que fueran a ser "evacuados por la fuerza".
El ministro australiano de Inmigración, Peter Dutton, declaró por su parte que los nuevos centros eran "una alternativa mucho mejor" y que había que "cerrar Manus lo antes posible".
Australia propone a los refugiados de Manus instalarse definitivamente en Papúa, ser transferidos hacia un centro de detención en el microestado insular de Nauru, ser trasladados a otro país como Camboya o volver a su país.
En los últimos días resurgió la posibilidad de que los refugiados sean acogidos por Nueva Zelanda, una opción que ya se había planteado en 2013.
La nueva primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Arden, declaró este jueves que quería hablar de Manus con su homólogo australiano Malcolm Turnbull.
Manus fue abierto en 2001 por el gobierno conservador de la época, cerrado por los laboristas en 2008 y reabierto en 2012.
Australia tiene una política muy dura con los migrantes que tratan de alcanzar sus costas de forma irregular, confinándolos en campos en Manus o en Nauru.
El gobierno justifica su política mencionando la lucha contra las bandas de traficantes y la necesidad de disuadir a los migrantes -procedentes de Irán, Irak, Somalia o Afganistán en su mayoría- de embarcarse en la peligrosa travesía hacia sus orillas.